No tiene ningún sentido que el ex presidente Francisco Flores esté pidiendo asilo político en Panamá, como medios internacionales lo han dado a conocer, señaló el mandatario durante el programa sabatino de radio y televisión. Según medios panameños, Flores ha solicitado asilo político en ese país y se ha refugiado con el apoyo de la ex mandataria Mireya Mosco y el actual gobernante Ricardo Martinelli.
Mauricio Funes aclaró que en este caso, el exgobernante (1999-2004) cometió delitos en el ejercicio de sus funciones y tiene que enfrentar la justicia como lo han hecho otros ex mandatarios acusados de corrupción en Taiwán, Guatemala y Costa Rica.
Según el gobernante, cuando la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena) (partido de Flores) califica como un juicio político y una persecución política (el caso contra el ex jefe de Estado), en el fondo tira un manto de impunidad contra uno de sus principales dirigentes.
En un hecho sin precedentes, la Fiscalía decidió el miércoles pasado abrir un juicio contra Francisco Flores por delitos de peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia, por haberse apropiado de al menos 15.3 millones de dólares, como parte de las donaciones de Taiwán al país durante su mandato.
El caso solo fue posible conocerlo por la denuncia del mandatario Funes, teniendo como base un reporte de operaciones sospechosas del Departamento de Estados Unidos, que vincula a Flores en el lavado de 10 millones de dólares provenientes de donativos de Taiwán. El mandatario señaló que no se arrepiente de haber denunciado el caso porque de lo contrario no se hubiera hecho público y el caso no hubiera llegado hasta donde está.
Si Estados Unidos decide extraditar a un funcionario salvadoreño (u otra persona) que haya realizado operaciones de lavado en (ese país), lo pueden hacer y seguramente las autoridades salvadoreñas colaboraríamos en eso, enfatizó el jefe de Estado. Mauricio Funes aplaudió la decisión de la Fiscalía y aseguró que este caso se convertirá en la noticia del quinquenio.