Ciudad del Vaticano, 4 Nov (Notimex).- La fuga de documentos confidenciales desactualizados sobre las finanzas vaticanas no hace justicia a las reformas para la transparencia impulsadas por el Papa Francisco, señaló hoy el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
En un largo comentario, difundido por la Radio Vaticana en medio de la crisis ya bautizada como vatileaks 2, Lombardi estableció que buena parte de los textos incluidos en los dos libros que salieron a la venta esta semana en Italia fueron obtenidos justamente por solicitud del pontífice.
Una publicación genérica de una gran cantidad de informaciones diferentes, en gran parte ligadas a una fase del trabajo ya superada, sin la necesaria posibilidad de profundización y valoración objetiva, alcanza el resultado por desgracia en buena parte deseado- de crear la impresión contraria, indicó.
Aseguró que la difusión de los documentos pinta al Vaticano como un reino permanente de la confusión, de la no transparencia e incluso de la persecución de intereses particulares o no rectos.
Con estas palabras, Lombardi salió al paso de la publicación de los libros Avaricia de Emiliano Fittipaldi y Vía Crucis de Gianluigi Nuzzi, que incluyen numerosos textos filtrados por un ex colaborador cercano del pontífice, el clérigo español Lucio Angel Vallejo Balda.
Ex secretario de una comisión creada por el Papa en 2013 para asesorarle en las reformas a las estructuras administrativas del Vaticano, el sacerdote se encuentra preso en una celda de seguridad de la sede de la Iglesia Católica acusado de sustracción y difusión de noticias reservadas.
Con él también es investigada una joven experta en Relaciones Públicas, Francesca Immacolata Chaouqui, quien formó parte de la misma comisión y permaneció arrestada durante una noche antes de colaborar con la justicia.
El portavoz constató que buena parte de las informaciones incluidas en los libros eran ya conocidas, aunque en menor escala. Además precisó que esos datos surgieron de un notable empeño de recopilación puesta en marcha por el Papa mismo para un estudio y reflexión de mejoramiento de la situación administrativa del Vaticano.
No se trata de informaciones obtenidas en origen contra la voluntad del Papa o de los responsables de las diversas instituciones, sino obtenidas o entregadas con la colaboración de estas mismas instituciones, abundó.
Más adelante, minimizó algunos asuntos planteados por los libros. Reconoció que los bienes administrados por el Vaticano son ingentes, pero advirtió que los mismos son utilizados para sostener en el tiempo- obras de servicio.
Además aclaró que el dinero recopilado en la colecta Obolo de San Pedro está a disposición del Papa, quien decide, a su juicio, el uso que puede darle: sea para obras de caridad, que son esenciales, u otros asuntos según las urgencias por el bien de la Iglesia universal.
Por eso pidió seriedad para profundizar los problemas específicos, saber reconocer lo mucho que se administra bien y distinguiendo los inconvenientes a corregir, la oscuridad a iluminar, las verdaderas faltas de rectitud o ilegalidades a eliminar.
Eso no hace justicia a la valentía y al empeño con el cual el Papa y sus colaboradores han afrontado y continúan afrontando el desafío de un mejoramiento del uso de los bienes temporales al servicio de los espirituales, abundó Lombardi.
El camino de la buena administración, de la rectitud y de la transparencia, continúa y procede sin incertidumbres. Es esta evidentemente la voluntad del Papa Francisco y no falta en el Vaticano quien colabora con plena lealtad y con todas sus fuerzas, agregó.
Las declaraciones de Lombardi se dan mientras comienzan a circular las primeras versiones de los libros, que revelan supuestos desvíos de recursos para remodelar lujosos departamentos en el Vaticano; uso indebido de dineros de fundaciones religiosas y gestión interesada de patrimonio inmobiliario.
Por lo pronto, Vallejo Balda permanece arrestado y su posición está siendo analizada por la Oficina del Promotor de Justicia, es decir la fiscalía vaticana.
Lombardi desmintió que haya otras personas indagadas, aunque reconoció que los investigadores están verificando datos otorgados por el clérigo y Chaouqui en diversos interrogatorios.
Las actividades ilícitas (que dieron origen al libro) deben ser perseguidas con decisión por las autoridades vaticanas competentes, aseveró.