El Ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, lanzó el llamado este martes en Brazzaville, capital de República del Congo, en el marco de la gira que efectúa a esa región y que incluye una visita a Bangui, República Centroafricana, mañana miércoles.
Necesitamos desarmar a todas las milicias que continúan perpetrando abusos, cometiendo asesinatos y detenciones, declaró el canciller francés en conferencia de prensa después de reunirse con el presidente congoleño Denis Sassou-Nguesso.
Le Drian pidió a las fuerzas francesas que participan en la Operación Sangaris y a las africanas involucradas en la misión internacional de apoyo a República Centroafricana (MISCA) que hagan cumplir los mandatos de la ONU si es necesario por la fuerza.
Destacó que la misión de Francia es hacer que la seguridad regrese, que el desarme (de las milicias) se concrete de manera imparcial y que la transición política se ponga en obra, para que este país tenga al fin seguridad y condiciones humanitarias aceptables.
El ministro francés comenzó el pasado domingo una gira por África central centrada en la acción militar que se lleva a cabo para estabilizar a la República Centroafricana, a donde tiene previsto trasladarse mañana miércoles.
A principios de este mes, Le Drian juzgó como probable la ampliación del mandato de las fuerzas francesas en esa nación del centro de África más allá del periodo inicial de seis meses ante la persistencia de los abusos cometidos en Bangui y otras provincias.
El comandante del contingente francés desplegados en la República Centroafricana, general Francisco Soriano, aseguró en una reunión pública en Bangui que la milicia cristiana “anti-Balaka será tratada como banda criminal si continúa atacando a los grupos musulmanes.
Aquellos que se llaman a sí mismos anti-Balaka se han convertido en los principales enemigos de la paz en República Centroafricana, son ellos los que estigmatizan a las comunidades, puntualizó, de acuerdo con reportes del diario Le Monde.
La violencia sectaria ha aumentado drásticamente en el país africano desde marzo de 2013, cobrándose la vida de más de 600 personas y obligando a un millón de residentes a huir de los ataques entre grupos musulmanes y cristianos.
La Corte Penal Internacional (CPI) anunció este fin de semana una investigación preliminar sobre presuntos crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad cometidos en la República Centroafricana, donde se reporta actos de extrema brutalidad.
La investigación tomará como base cientos de asesinatos, actos de violación y esclavitud sexual, destrucción de propiedades, pillaje, tortura, desplazamientos forzados, y reclutamiento y uso de niños en las hostilidades, precisó el tribunal.