Sin embargo, el misterio ha sido resuelto, pues a pesar de su apariencia, la estructura no se construyó hace siglos. Se llama Desert Breath (Aliento del desierto) y fue culminada en 1997 por el equipo de arte D.A.S.T. Arteam, integrado por la artista de instalaciones Danae Stratou, la diseñadora industrial y arquitecta Alexandra Stratou y la arquitecta Stella Constantinides.
Desert Breath se encuentra en el desierto del Sahara oriental bordeando el mar Rojo, en El Gouna, Egipto, según explican sus autoras.
En cuanto a su construcción, fue necesario desplazar ocho mil metros cúbicos de arena formando “volúmenes cónicos precisos positivos y negativos”. Estos volúmenes cónicos forman dos espirales que se mueven hacia fuera desde un centro común con una diferencia de fase de 180 grados en la misma dirección de rotación. Mientras que el centro es un recipiente de 30 metros de diámetro lleno de agua, explicaron.
La obra se ha ido desintegrando lentamente desde que fue terminada, pero aún es visible a través de Google Maps.