La decisión del Ministerio Público de abstenerse de formular cargos contra los dueños de la mina fue notificada por el fiscal regional Héctor Mella, quien explicó que la misma obedeció “por no haberse reunido los antecedentes suficientes para presentar acusación”.
La indagatoria, que inició hace tres años, apuntaba a comprobar si se configuraban los delitos de prevaricación, lesiones leves, cohecho y homicidio, contra los dueños del yacimiento San José, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny.
El derrumbe de la mina San José dejó a 33 mineros atrapados a unos 700 metros de profundidad durante 69 días, siendo liberados gracias a una cinematográfica operación de rescate montada por el gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Luego del exitoso rescate, el propio mandatario presumió que “Chile hoy día es un país más respetado y más valorado en el mundo entero”, al tiempo que advirtió que “esto no va a quedar impune, los que tengan responsabilidad, van a tener que asumirla”.
La Fiscalía de Atacama, sin embargo, no emitió acusación alguna contra ninguno de los presuntos responsables, lo que generó indignación tanto en quienes participaron en el rescate, como en el grupo de mineros que fue víctima del accidente.
El exministro Laurence Golborne, quien encabezó el rescate como entonces titular de la cartera de Minería, declaró este jueves a una radio local: “Me parece increíble que después de tres años de investigación se determine eso”.
“Yo planteo un tema muy simple que es para el sentido común: si la chimenea de la mina San José hubiese estado escalerada, como establece la normativa, que dice que es necesario tener una segunda salida, los 33 mineros no hubiesen pasado 70 días atrapados”, dijo.
El minero Mario Sepúlveda, uno de los trabajadores que protagonizó la gesta que dio la vuelta al mundo, también repudió la decisión judicial, al tiempo que advirtió que “esto no se va a quedar así”.
“Por respeto a mis compañeros, no me quemo a lo bonzo frente a (el presidencial Palacio de) La Moneda”, acotó Sepúlveda, que destacó de entre los llamados “33 de Atacama” por su extroversión e histrionismo.
El minero criticó además que Bohn y Kemeny, expropietarios del ahora clausurado yacimiento San José, “anden sueltos y felices por la vida, pese a que nos hayan dejado enterrados” durante 69 días.
“Esto no puede ser, hay que pegar un grito internacional para que se den cuenta de todo el show que hicieron”, expresó Sepúlveda, quien se mostró a favor además de “empezar a decir las verdades en este país, de decir todo el daño” que les hicieron.