Joaquín “El Chapo” Guzmán fue arrestado el fin de semana en la ciudad costera de Mazatlán, en el Pacífico. Se le acusa de narcotráfico. La decisión sobre qué fiscalía manejará el caso recaerá en cuál de ellas tiene las evidencias de mayor peso, y tal vez la política también influirá. El lunes Guzmán solicitó un amparo para evitar su extradición a Estados Unidos.
“Si quieres ser el primero debes estar seguro de que tienes los mejores elementos”, dijo David Weinstein, quien fue asistente del fiscal federal en el distrito sur de Miami, en donde se procesó a varios acusados de narcotráfico de Colombia y Haití de alto perfil durante sus 11 años en el cargo. “¿Qué se dice? Si disparas contra el rey tienes que acertarle en la cabeza”.
Al menos siete cortes federales de distrito, entre ellas las de Nueva York y Chicago, tienen acusaciones pendientes sobre Guzmán y varias ya presionan para conseguir su extradición.
En Chicago se le etiquetó como “enemigo público número 1” antes de su detención. También es reclamado por fiscales en Nueva York, además de que hay acusaciones en su contra desde hace años en San Diego y Texas por dirigir una gigantesca operación de contrabando de cocaína. El Departamento de Justicia no ha dicho su solicitará la extradición y sólo ha señalado que ese tema “será objeto de más discusiones entre México y Estados Unidos“.
Guzmán está detenido en México donde en breve un juez decidirá si lo deja en libertad o es sometido a proceso penal. Sus abogados presentaron una solicitud de amparo para evitar su extradición, una táctica legal a la que a menudo recurren los acusados de narcotráfico en México.
Cualquier pedido de extradición y el momento en que ésta se hace será analizado en los altos niveles del Departamento de Justicia, seguramente con opiniones del Departamento de Estado, dijo Marcos Jiménez, exfiscal en el distrito sur de Florida, que atendió casos contra figuras de los cárteles colombianos que fueron juzgados en el estado.
Aunque esos casos tenían sus complicaciones políticas, el destino de Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, seguramente será más complicado. “Habrá mucho jaloneo diplomático”, dijo Jiménez.