Por Arturo Díaz. Corresponsal
Tlaxcala, 31 Oct (Notimex).- Pobladores de municipios como Chiautempan, Ixtenco, San Pablo del Monte, Apizaco y de esta ciudad se preparan para rendir tributo a la muerte, lo que representa una de las festividades más arraigaos en el estado.
El Día de Muertos se festeja de manera especial en cada uno de los 60 municipios de la entidad, y mientras en Tepeyanco y Papalotla, los productores del campo agilizan la cosecha de flor de cempasúchil, en los mercados ya se ofertan los diferentes productos que se utilizan en las ofrendas.
Al respecto, el historiador Miguel Meneses Ordoñez señaló, en entrevista con Notimex, que la gran tradición de las ofrendas a los Fieles difuntos y a Todos Santos tiene un gran sincretismo religioso hispánico y prehispánico, y Tlaxcala es la columna vertebral por ser el centro en el que se lleva a efecto la colonización.
Expuso que durante la conquista para dar de facto la evangelización, culturización, mestizaje y gobierno, se permeó los usos costumbres y tradiciones desde el norte en las misiones de los que hoy California, en Estados Unidos, a las provincias de la Nueva España, y hasta Centroamérica, Colombia, Perú y filipinas.
Subrayó que actualmente al ser México un país pluricultural y pluri étnico, la celebración no tiene un carácter homogéneo sino que va añadiendo diferentes significados y evocaciones según el pueblo.
En Tlaxcala, por ejemplo, el gran motivo de realizar el concurso de ofrendas estructuradas, fue porque en los años 70 y 80 del siglo pasado el maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin (pintor, historiador y escultor tlaxcalteca) no estaba de acuerdo que el Halloween desplazara a las ofrendas o que en las ofrendas tuviera motivos de Halloween, así como que los jóvenes y niños desconocieran el significado de las ofrendas.
Por su parte, el cronista municipal de Santa Ana Chiautempan, Jesús Cortés Ilhuicatzi, señaló que la celebración de Todos Santos o Día de Muertos no son días tristes, más bien, son rezos, cantos, colores, olores, sabores, flores, panes, dulces, alegría, nostalgia que se mezclan en la espera del alma bendita.
Esta alma o espíritu llega a reunirse con su familia, que a su llegada, el aroma del incienso y el cempasúchil le dan la bienvenida a nuestros fieles difuntos.
Hablar de la muerte, es hablar de una mezcla de creencias religiosas prehispánicas y católicas, sincretismo que nos enseñaron los evangelizadores, a través de la conquista espiritual, los religiosos franciscanos, observaron la forma de cómo era un enterramiento, vieron que de alguna manera teníamos coincidencias, aunque, en cada cultura es de manera diferente, llámese azteca, maya, zapoteca, dijo.
Para el pensamiento indígena la muerte, no era fin de la existencia, era más bien, el paso a algo mejor, era ir al Mictlán, al lugar de los muertos, que era como llegar al paraíso, aunque habría que pasar nueve pruebas, estos a su vez, eran ayudados por sus familiares cuando les colocaban las ofrendas y con ello, ayudarles en el camino hacia el Mictlán, y cada año se celebraba éste para recordarlos, acotó el cronista.
Dijo que el rito de celebración prehispánico, tenía una relación con el calendario agrícola y se celebraba cuando iniciaba el levantamiento de la cosecha, pues ellos, los indígenas, lo veían como el compartir la cosecha después de la temporada de escasez, con los muertos.
Por ello, hoy día en excavaciones de sitios arqueológicos, se han encontrado enterramientos con ofrendas de vasijas, esqueletos de animales, maíz y otros elementos que le ayudaban a la persona en el camino hacia el lugar de los muertos, anotó.
Para los indígenas tlaxcaltecas prehispánicos, la muerte era el Miquixtli con sus deidades mayores del Mictlán, que tenían sus templos, sacerdotes y sus rituales y la celebración se realizaba en los meses de agosto y septiembre, concluyó.
En Tlaxcala diversos municipios preparan ofrendas muy variadas, algunas dedicadas a revolucionarios tlaxcaltecas como Domingo Arenas, otras a instituciones altruistas como la Cruz Roja, y algunas más a docentes distinguidos de la localidad.
Mientras tanto, decenas de productores de flor de muerto o cempasúchil, laboran en campos de los tres municipios donde se siembra la mayor parte de esa planta de temporada, fundamental en estos días: Tepeyanco, Huactzinco y Papalotla.
Jaime Garza Elizondo, titular de la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, señaló que en Tlaxcala se sembraron alrededor de 50 hectáreas de flor de cempasúchil para la celebración del Día de Muertos.
La mayoría es para consumo interno, pero también se exporta al mercado más cercano a la entidad que es el de la ciudad de Puebla.
Los principales productores de cempasúchil son los municipios del sur del estado, Papalotla y Tepeyanco, principalmente, acotó.
El precio base de venta es de entre 20 y 30 pesos un rollo de esa flor, sin embargo durante los días más importantes se incrementa por la demanda.
Cabe mencionar que en sitios de las comunidades de Acuitlapilco, Atlahapa y Tizatlán, pertenecientes al municipio de Tlaxcala, se pueden encontrar siembra de traspatio, las cuales son utilizadas por las familias para sus propias ofrendas.
Asimismo, comerciantes del Mercado Municipal Emilio Sánchez Piedras de esta capital señalaron que además de cempasúchil otras plantas que son requeridas en esta temporada son las conocidas como nube y terciopelo, las cuales cuestan el manojo, hasta 50 por ciento más barato que el cempasúchil.
Por otra parte, los panteones de Apizaquito, comunidad del municipio de Apizaco; San Isidro Buen Suceso, ubicado en San Pablo del Monte, e Ixtenco, ya están listos para recibir a las familias que durante el 1 y 2 de noviembre visitarán a sus difuntos.
Pedro López, presidente de comunidad de Apizaquito, señaló que como cada año hemos realizado los trabajos para que durante esta temporada de Todos Santos los cientos de visitantes encuentren en óptimas condiciones el campo santo.
lo importante de estas acciones es mantener vivas las costumbres y tradiciones de la comunidad, por ello también se oficiará una misa el próximo 2 de noviembre, anotó el funcionario municipal.
Dijo que este año pretendemos rescatar una de las costumbres que dejaron nuestros antepasados, por ello invitamos a la población a que asista a la misa que se oficiará a partir de las 10 de la mañana el 2 de noviembre en el panteón en honor a nuestros difuntos.
Respecto a los trabajos que se realizaron en el panteón de esa comunidad, López Sosa explicó que consistieron en establecer la delimitación del área de cada tumba, así como establecer labores de limpieza, desmonte de maleza y retiro de escombros.
Lo importante de todo ello es mantener en óptimas condiciones las instalaciones del cementerio, aunque en esta temporada se refuerzan las acciones por el incremento de visitantes a las tumbas de sus difuntos, mencionó.
Para el antropólogo José Pérez Pérez, la flor de cempasúchil o Compoaxóchitl (en náhuatl), conocida en la región con el nombre de Flor de Muerto, es fundamental dentro de la conmemoración del día de Todos los Santos.
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