Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) calificaron hoy de mal intencionada las acusaciones del procurador colombiano Alejandro Ordóñez, de que estarían involucradas en la desaparición forzosa de dos mil 760 personas.
No es la primera vez que el señor Ordóñez se despacha contra las FARC y contra el proceso de paz, y seguramente no será la última, dijo el vocero de la máxima organización guerrillera colombiana, Marcos León Calarcá.
En un comunicado dado a conocer en La Habana, refirió que parece ser que oficiosamente se impuso el papel de convertirse en el Joseph Goebbels colombiano, distorsionando y desfigurando hechos, atizando pasiones y prejuicios.
Según Prensa Latina, el comunicado refirió que “de manera malintencionada, el procurador aseguró con informes sin sustento dirigidos a la Corte Penal Internacional (CPI), que las FARC, supuestamente, estarían involucradas en la desaparición forzosa de dos mil 760 personas”.
Las FARC señalaron que diversas autoridades de ese país se han dedicado a crear pruebas falsas en las investigaciones del conflicto armado que lleva más de 50 años y que ha dejado millones de afectados en esa nación.
Refirió que cuando una comisión independiente reciba información veraz, libre de las mentiras, manipulaciones de quienes con mentalidad fascista fabrican expedientes, el país y el mundo sabrán que las declaraciones del procurador son distracciones.
Tal actitud está dirigida a proteger a los verdaderos responsables de la guerra que sufre Colombia, y no le generan mayores preocupaciones a la CPI, apuntaron las FARC en el comunicado.
Tanto Ordóñez, como otros funcionarios se dedican a desarrollar una estrategia orientada, no a buscar sino a construir pruebas falsas, que coloquen a las FARC en el banquillo de los acusados, como autoras de crímenes de guerra y de lesa humanidad, enfatizó.
Apuntó que todo es en beneficio de un status quo que siga en poder de los ricos, sin que los pobres puedan tener una segunda oportunidad sobre la tierra.
Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo que ha involucrado a guerrilleros, paramilitares, agentes del Estado y narcotraficantes con un saldo de más de 220 mil muertos y más de 5.3 millones de desplazados, según cifras oficiales.
Desde 2012, el gobierno de Colombia y las FARC llevan a cabo una mesa de diálogo en esta ciudad con el objetivo de alcanzar un acuerdo de paz que ponga fin a la guerra interna.