Aunque el tema no está en la agenda de conversaciones de paz, las FARC propusieron este martes una nueva política minero-energética en Colombia que inicie con la suspensión de la entrega de concesiones mineras.
Al continuar el 22 ciclo de pláticas con una delegación del gobierno de Juan Manuel Santos, las FARC apoyaron las exigencias de las comunidades rurales colombianas en torno al tema minero, emanadas de la Cumbre Nacional Agraria, celebrada en Bogotá, del 15 al 17 de marzo.
Según el grupo armado ilegal, esas propuestas buscan garantizar la soberanía, redistribución de rentas por extracción de recursos naturales, el respeto por el agua, áreas protegidas, zonas agroalimentarias, y los ecosistemas estratégicos para la vida y biodiversidad.
La posición de la insurgencia fue expresada por “Ricardo Téllez” (Rodrigo Granda) quien dijo que se demanda “la construcción de un nuevo modelo minero-energético que beneficie a todos, mediante el aprovechamiento planificado y el desarrollo tecnológico propio”.
Así como “la protección ambiental y la redistribución de los rendimientos generados por las actividades mineras y energéticas”.
Las FARC consideraron legítimas las exigencias de frenar la concesión de títulos mineros y bloques petroleros hasta tanto se defina una política nacional minero-energética “en rechazo al saqueo de nuestros recursos naturales”.
La guerrilla y el gobierno de Santos discuten en la actualidad el tema de la drogas ilícitas, tras haber evacuado en mayo del año pasado el del desarrollo rural, y en noviembre consensuaron el de la participación política.
Las negociaciones, con respaldo de Noruega, Cuba, Chile y Venezuela, iniciaron en noviembre de 2012 para poner fin al conflicto armado de más de medio siglo.