“Esto que está sucediendo que es realmente grave… No solo se está espiando desde Colombia a la delegación de paz del gobierno nacional, sino especialmente a la delegación de paz de las FARC“, dijo el miércoles el comandante Iván Márquez. No indicó cómo sabe que ellos también fueron víctimas del espionaje y dio por hecho que si una de las partes fue vigilada, la otra también.
El caso de espionaje divulgado el lunes por la revista Semana en Colombia solamente mencionó el monitoreo ilegal de correos electrónicos y mensajes de texto de los negociadores del gobierno. La revista Semana, que ya en febrero de 2009 reveló un caso similar que desembocó en el desmantelamiento de un cuerpo policial secreto.
Desde Cuba, las FARC exigieron el esclarecimiento de la acción de inteligencia. “El gobierno tendrá que responderle al país y actuar de tal manera que no deje dudas acerca del origen e intensión de este tipo de actividades que parecieran dispar contra un propósito superior que es el de la paz en Colombia“, manifestó Márquez, cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango.
La víspera, el presidente Juan Manuel Santos negó que su administración tenga alguna responsabilidad en un presunto espionaje y ordenó una vasta investigación para determinar a los responsables de seguimiento ilegales a miembros de su equipo negociador de paz y a por lo menos dos políticos.
“Eso es lo que quiero que se investigue… qué fuerzas oscuras, si hay ruedas sueltas dentro del Ejército”, dijo Santos a la prensa de su país la víspera al indicar que aparentemente se buscaba sabotear el proceso de paz que adelanta con FARC desde fines de 2012.
Según Márquez, el ex presidente Alvaro Uribe (2002-2010) debe estar “detrás” de la acción ilegal de inteligencia. “No se le olvide que Álvaro Uribe Vélez es el enemigo público número uno del proceso de paz en Colombia”, expresó el comandante rebelde. En un comunicado divulgado la víspera, Uribe descartó relación con el caso denunciado.
Hasta ahora nos hay información oficial sobre quiénes son los responsables de la escucha y el monitoreo ilegal, sin embargo el gobierno informó que dos generales –Mauricio Zúñiga, jefe de la inteligencia del ejército y Jorge Andrés Zuluaga–, fueron relevados de sus cargos mientras se efectúa la investigación.
También en Bogotá el general el comandante del Ejército, general Juan Pablo Rodríguez, dijo que la institución castrense está cohesionado y apoya el proceso de paz que adelanta Santos.
Las partes negocian en base a una agenda de seis puntos previamente acordado y ya avanzaron sobre dos de ellos, los problemas de la tierra y la participación política. Actualmente se dialoga sobre el combate a los cultivos ilegales y el tráfico de drogas.
Las FARC volvieron a insistir este miércoles también en la necesidad de regularizar la confrontación o de plano acordar un cese al fuego bilateral, de acuerdo a una propuesta (a título personal) del vicepresidente Angelino Garzón. Un pacto semejante serviría “un mejor medioambiente a estas negociaciones”, pues una mesa en medio de la confrontación siempre hace más complejo los diálogos.