El jefe de la delegación de paz de las FARC, Iván Márquez, sostuvo este miércoles que el ex presidente colombiano Álvaro Uribe está detrás de esos hechos y que los representantes rebeldes tambien fueron espiados.
En agosto de 2012, Uribe sorprendió con la noticia de que (el presidente Juan Manuel) Santos negocia en secreto con los terroristas, un mes antes de que el mandatario colombiano confirmara en forma oficial que se negociaría con las FARC.
El caso fue destapado por el revista Semana, tras lo cual el presidente Santos ordenó una investigación profunda para llegar a las fuerzas oscuras que estarían utilizando ilegalmente la inteligencia nacional.
El reportaje de la revista aseguró que entre los personajes monitoreados por el plan Andrómeda estuvieron el ex vicepresidente Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador gubernamental.
Según la publicación, sectores del Ejército habrían instalado desde 2012 una oficina en un barrio de Bogotá para interceptar comunicaciones de los miembros del equipo gubernamental en los diálogos de paz iniciados en La Habana el 19 de noviembre de ese año.
Se desconoce hasta ahora si Cuba y Noruega, países garantes de las negociaciones, y Chile y Venezuela, como acompañantes, se pronunciarán sobre el caso que, según reportes de Bogotá, causó el relevo de jefes de inteligencia militar en Colombia.
Márquez alegó además que también han sido espiados los delegados de la guerrilla que participan en el proceso de conversaciones de paz, que entró este día en su tercera jornada del vigésimo ciclo de pláticas.
El representante del grupo armado ilegal exigió que el gobierno responda al país y actúe de tal manera que no deje dudas acerca del origen y de la intención de este tipo de actividades que pareciera disparan contra un propósito superior como la paz de Colombia.
Por otra parte, las FARC demandaron la suspensión inmediata de las aspersiones aéreas con glifosato y la reparación integral de las víctimas de ese herbicida, como parte de las propuestas enmarcadas en la política antidrogas de la insurgencia.
La iniciativa guerrillera -expuesta por Márquez- propone en primer término la suspensión inmediata de las aspersiones aéreas con agentes químicos y de los programas de erradicación forzada de cultivos de hoja de coca, marihuana y amapola.
Los representantes de las FARC y del gobierno colombiano abordan esta semana en el capitalino Palacio de Convenciones la cuestión de las drogas ilícitas, tercer tema que se discute de una agenda de seis puntos.