La bomba, definida como de “baja intensidad”, explotó cuando la iglesia estaba abierta al público. No hubo heridos graves, aunque sí algunos destrozos todavía por evaluar en la nave central, dijo un portavoz de la delegación del gobierno en Zaragoza que habló bajo condición de anonimato por las políticas de comunicación de su departamento.
Poco después de la explosión, la policía acordonó la zona y desalojó la iglesia ante el temor de que hubiera alguna otra bomba. El funcionario aseguró que ningún grupo ha reivindicado hasta el momento la colocación de explosivo. El incidente se produjo tres días antes del inicio de las fiestas mayores de Zaragoza, al nordeste del país, en honor a la virgen del Pilar, cuya festividad se celebra el 12 de octubre en el calendario católico.
La basílica de Santa María del Pilar, cuyo origen se remonta al siglo XII pero que ha sufrido numerosas modificaciones arquitectónicas a lo largo de la historia, es uno de los templos católicos más conocidos del país y la mayor atracción turística de la ciudad. El Papa Juan Pablo II visitó la basílica en 1984.