Son dos las explosiones provocadas por bombas las que se vivieron hoy en iglesias coptas de Egipto en donde al menos 44 personas murieron y más de 100 resultaron heridas, dichos eventos generaron ira y temor entre los cristianos, además de provocar el despliegue del Ejército en todo el país.
Los ataque que se dieron en víspera de la semana mayor dentro de la iglesia y a unos días de la visita del Papa Francisco a tierras egipcias, se lo atribuyó el grupo extremista denominado Estado Islámico.
Tras el anuncio del presidente de esa nación, Abdel Fattah al-Sisi, en donde prometió proteger a los cristianos del extremismo, parecería que los ataques por parte del EI se intensifican.
La explosión en Tanta, en el delta del Nilo, a menos de 100 km de distancia de El Cairo, tuvo como saldo 27 personas fallecidas y 78 heridas, dicha explosión era la primera del día, así lo informó el Ministerio egipcio de Salud.
El segundo atentado, perpetrado horas después por un suicida en la catedral copta de Alejandría, dañó la silla histórica del Papa copto y mató a 17 personas, incluyendo a tres policías. Unas 41 personas resultaron heridas, dijo el ministerio.
El Papa copto Tawadros, que había asistido a misa en la catedral de San Marcos, todavía estaba en el edificio en el momento de la explosión, pero no resultó herido, dijo el Ministerio del Interior. “Estas acciones no dañarán la unidad y la cohesión del pueblo”, dijo Tawadros más tarde a los medios locales.
Los cristianos son una minoría a la que pertenece un 10 por ciento de los 90 millones de habitantes del país del norte de África. En febrero, familias y estudiantes cristianos huyeron de la provincia egipcia del norte del Sinaí después de una serie de asesinatos selectivos.