La centroderecha no solamente está dividida, como es evidente, sino que sobre todo carece de una estrategia para el futuro, declaró Bondi en una carta publicada por el diario La Stampa. Dijo que Forza Italia ha fracasado, porque en el fondo todo está basado, más ahora que en el pasado, en el carisma de Silvio Berlusconi.
Por ello invitó al exprimer ministro a decir claramente que si (Matteo) Renzi hace las cosas justas lo apoyará, mientras que lo criticará y se opondrá a él con firmeza si no mantiene sus promesas de cambio y de modernización de Italia.
Según Sandro Bondi, la centroizquierda del actual jefe de gobierno representa sin duda la primera ruptura de la izquierda italiana respecto a su tradición comunista. La izquierda de Renzi se coloca más allá de la tradicional socialdemocracia europea y se asemeja más a la izquierda liberal americana de (Barack) Obama y al nuevo partido Laborista de (Tony) Blair, aseguró Bondi, que en los 90 dio el salto del Partido Comunista a la derecha de Berlusconi.
El exministro de Cultura no aclaró si abandonaba Forza Italia, aunque algunos de los miembros de ese partido, como la senadora Alessandra Mussolini, declararon que en estos momentos quien critica debe irse.
Sandro Bondi se sumó a otros ex incondicionales de Berlusconi que han abandonado el barco antes del hundimiento, como el actual ministro del Interior, Angelino Alfano, ex delfín del exjefe de gobierno que en noviembre pasado rompió con él y fundó su movimiento Nueva Centro Derecha (NCD). Con él se fueron el expresidente del Senado, Renato Schifani; el parlamentario Fabrizio Cicchitto y más de 70 legisladores.
El más reciente en abandonar Forza Italia fue el portavoz histórico de Berlusconi, Paolo Bonaiuti, que esta semana se sumó a las filas del NCD tras ser echado del círculo más estrecho del expremier, encabezado por su novia, Francesca Pascale, por la parlamentaria, Mariarosaria Rossi y por el consejero Giovanni Toti.
En tanto, este miércoles Berlusconi deberá firmar el decreto de prescripciones o lista de obligaciones a las que tendrá que atenerse durante el tiempo en que trabajará en un asilo para ancianos, en alternativa a la sentencia carcelaria a la que fue condenado en vía definitiva por fraude fiscal.
A partir de este día y hasta el 10 de marzo de 2015 Berlusconi no será completamente libre, deberá residir en su principal mansión en Arcore, Milán, con la posibilidad de viajar a Roma solamente entre martes y jueves.
No podrá salir del país y estará obligado a regresar a Arcore antes de las 23 horas de cada jueves. También deberá pedir permiso a la magistratura para participar en eventuales actos de campaña de su partido (de cara a las elecciones europeas del mes próximo).
Asimismo Berlusconi deberá pagar puntualmente el cheque de un millón 400 mil euros (un millón 935 mil dólares) mensuales de pensión a su segunda esposa, Veronica Lario, de quien quedó divorciado en febrero pasado. Tampoco podrá reunirse con otros sentenciados (muchos de los miembros de su partido) y tendrá que trabajar al menos cuatro horas semanales en un asilo para ancianos cercano a Milán.