Beijing, 24 Ene (Notimex).- La nueva política del segundo hijo en China muestra resultados positivos a juzgar por las primeras cifras, sin embargo enfrenta retos como el menor interés de las parejas en procrear debido a los gastos.
La Comisión de Salud Nacional y Planeación de la Familia informó que el número de recien nacidos en 2016 fue el más alto desde 2000, y rebasó en 1.31 millones a los nacidos en 2015.
En el primer año desde el fin de la política de un solo hijo, la población china creció con 18.46 millones de bebés en 2016, de los cuales 45 por ciento no fueron primogénitos.
En 1979 el entonces máximo líder chino Deng Xiaoping estableció la política de un solo hijo como medida temporal a fin de limitar el crecimiento poblacional.
En octubre de 2015 la dirigencia del país asiático decidió terminar esa política y permitir a las parejas un segundo hijo.
Ya antes, en 2013, se había permitido el segundo hijo si ambos miembros de la pareja tenían un solo hijo derivado de relaciones previas.
Las estimaciones sobre el número de nacimientos evitados varian, van desde 300 millones hasta mil 300 millones de niños. En 2015 de acuerdo al Banco Mundial, el país asiático tenía mil 371 millones de habitantes.
En octubre de 2015 el Partido Comunista de China explicó que el cambio en la política buscaba mejorar el balance en la población, considerando que 30 por ciento de los habitantes chinos rebasa 50 años de edad.
Las cifras positivas de la política del segundo hijo enfrentan varios retos. Uno de ellos es que las parejas con un hijo y deseosas de tener el segundo han disminuido, señaló el demógrafo Huang Wenzheng citado por el sitio sina.com.
Problemas de financiamiento y de cuidado al recién nacido explican ese débil interés, señaló una encuesta levantada por la mencionada Comisión de Salud Nacional y Planeación de la Familia.
De acuerdo a esa encuesta, el gasto en un niño puede representar hasta la mitad del promedio del ingreso de un hogar.
Se suman los crecientes precios de la vivienda y la discriminación laboral que enfrenta una mujer embarazada.
Por ello, si se desea aumentar el número de recién nacidos, se debe de tomar medidas para que la gente quiera y pueda tenerlos, señaló el sociólogo Lu Jiehua de la Universidad de Beijing.
Ya existen medidas de ese tipo, por ejemplo disposiciones para que las mujeres embarazadas conserven sus trabajos cuando se van de permiso de maternidad.
Además, hace falta la instalación de salas en lugares públicos para que las madres alimenten a sus hijos recien nacidos, señaló Yuan Xin, profesor de demografía en la Universidfad Nankai.