Un tribunal italiano condenó este día a 16 años de cárcel al excapitán Francesco Schettino, luego de ser considerado culpable del naufragio del crucero Costa Concordia en enero de 2012, donde murieron 32 personas.
Giovanni Puliatti, presidente del colegio de jueces, dictaminó esta condena en primera instancia que es inferior a la solicitud de la Fiscalía, la cual pedía 26 años y tres meses de cárcel.
Los delitos por los que ha sido encontrado Schettino son: homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo frente a la isla italiana de Giglio.
El Tribunal de Grosseto consideró probado que Schettino abandonó la nave, sin embargo excluyó el agravante de culpabilidad consciente aducido por los fiscales durante el proceso que inició el 17 de julio de 2013.
El excapitán también ha sido inhabilitado por cinco años y seis meses a ser comandante de barco, y jamás podrá optar a cargos públicos.
Tanto Schettino como la naviera Costa Concordia, al ser responsable civil, deberán resarcir económicamente a las numerosas partes civiles afectadas, entre ellas la región de Toscana, algunos ministerios, Protección Civil italiana y al ayuntamiento de Giglio, lugar donde encalló la nave.
La defensa del excapitán había manifestado que Schettino nunca abandonó el barco, sino que cayó a uno de los botes salvavidas y además alegaron que sus maniobras habían ayudado a salvar la vida de los 4,200 pasajeros del crucero.
El naufragio se produjo la noche del 13 de enero de 2012 cuando el Costa Concordia, en el que viajaban 4.229 personas, encalló frente a las costas de la isla toscana de Giglio. En el accidente fallecieron 32 personas y 64 resultaron heridas.
En un proceso paralelo sobre el naufragio del Concordia ya fueron pronunciadas penas de 23 meses y 18 meses a los oficiales Ciro Ambrosio y Silvia Coronica, respectivamente; de 20 meses al timonel Jacob Rusli; de 30 al jefe de a bordo, Manrico Giampedroni, y de 34 meses a Roberto Ferrarini, jefe de la unidad de crisis en tierra de Costa Cruceros, la naviera propietaria.