Las lluvias que se registraron a lo largo de este fin de semana en Texas y Oklahoma provocaron inundaciones que forzaron la evacuación de unas dos mil personas y causaron unos tres muertos en ambas entidades estadounidenses.
De acuerdo con las autoridades, dos personas murieron en Oklahoma y una en Texas.
Las comunidades de Wimberley y San Marcos, ubicadas a lo largo del río Blanco, fueron las más afectadas en Texas.
Kharley Smitth, coordinador de administración de emergencias del Condado de Hays, dijo que la situación en la comunidad de Wimberley era dramática al estimar que entre 350 y 400 viviendas fueron destruidas y tres personas permanecían como desaparecidas.
Kristi Wyatt, vocera de la ciudad de San Marcos, informó que cinco patrullas de la Policía de esa localidad fueron arrastradas por las corrientes y el edificio de bomberos se inundó, además se impuso un toque de queda.
Las corrientes de los ríos aumentaron rápidamente la noche del sábado y comunidades enteras se despertaron el domingo rodeadas de agua.
El caudal del río Blanco creció más de seis metros, superando tres veces su nivel y anegando tramos de la carretera interestatal 35, una de las más importantes de Texas, obligando a las autoridades a cerrar la autopista en esas áreas.
En otras áreas más al este, las autoridades evacuaron a cerca de mil personas que ocupaban unas 400 viviendas en los alrededores de la represa del lago Lewis, a unos 80 kilómetros al norte de Houston.
El Servicio Nacional del Clima (NWS) confirmó que este domingo un tornado tocó brevemente en Houston, dañando techos, derribando árboles y lesionando a cuando menos dos personas que requirieron ser hospitalizadas.
El río Trinity, que cruza al oeste de Dallas, amenaza con desbordarse este lunes e inundar barrios en esta ciudad; también los ríos Wichita y Rojo aumentaron su nivel y amenazan a comunidades del norte de Texas, en la frontera con Oklahoma.