“No hay divergencias en nuestro objetivo común en Siria”, insistió John Kerry subrayando que Washington “no se quedará con los brazos cruzados mientras Bashar al-Assad sigue usando armas contra su propia gente. Durante una rueda de prensa con su colega saudita, Saud al Faisal, el jefe de la diplomacia estadounidense dijo que al-Assad ha perdido toda legitimidad, por lo que debe irse, tras advertir que Washington no se quedará al margen mientras el presidente sirio siga matando a inocentes. Ambos jefes de las diplomacias coincidieron en que “no debe haber ningún papel para al-Assad en un periodo de transición en Siria”.
Kerry, quien llegó la víspera a Riad para buscar limar las diferencias sobre Siria e Irán, describió las relaciones con Arabia Saudita como “estratégicas y duraderas”, en un intento por restar importancia a un posible distanciamiento entre los dos países.
Poco antes de su encuentro con el rey saudita Abdalá, destinada a suavizar las tensiones, Kerry resaltó que las relaciones entre Riad y Washington deben continuar “por el buen camino”, según reportes de la agencia saudita de noticias SPA. “En estos momentos debemos hablar de temas muy importantes para asegurarnos de que la relación entre Arabia Saudita y Estados Unidos sigue por el buen camino, avanzando y haciendo las cosas que debemos realizar”, declaró.
Arabia Saudita rechazó el pasado 18 de octubre ocupar su asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, un acto sin precedentes, para protestar por la falta de acción de este organismo así como de Estados Unidos, en particular ante la guerra en Siria.
Arabia Saudita, que apoya a la aposición siria, reprocha a Estados Unidos su falta de acción ante la tragedia siria y no ocultó su cólera después de que el presidente Barack Obama renunció en septiembre pasado a lanzar una acción militar contra el régimen sirio.