Citando fuentes con conocimiento de las deliberaciones, el diario The Washington Times dijo que bajo esta nueva regla el DHS no deportaría a inmigrantes indocumentados que hayan cometido faltas o delitos considerados no graves.
De acuerdo con el diario de corte conservador, los inmigrantes que caerían en esta categoría incluyen a quienes han reingresado de manera ilegal al país luego de ser deportados o no haber comparecido ante una corte de migración como le era requerido.
Pese a que una medida de este tipo tendría un considerable impacto al evitar la separación de familias, esta quedaría muy corta de la demanda de grupos a favor de la reforma para que el mandatario ordene la suspensión de las deportaciones.
La presión para que Obama actué en este sentido ha ido en aumento a partir de la cifra récord de casi dos millones de deportaciones bajo su presidencia, superando por mucho las realizadas durante las dos pasadas administraciones de gobierno.
John Sandweg, quien hasta febrero pasado se desempeñó como director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), dijo al diario haber promovido el cambio antes de dejar el cargo y que la idea está siendo ahora considerada por Jeh Johnson. Igualmente el matutino citó a un promotor de la reforma que dijo haber discutido el cambio con funcionarios de la administración Obama y quien pidió mantenerse anónimo.
Empero, Clark Stevens, un vocero con el DHS dijo al Times que cualquier reporte sobre consideraciones específicas en este momento sería prematuro. Obama dijo a líderes religiosos la semana pasada que no suspenderá las deportaciones por considerar que con ello se cerraría la estrecha ventana de oportunidad que existe para que el Congreso apruebe este año una reforma migratoria.
Durante un encuentro celebrado en la Casa Blanca, el mandatario insistió en el negativo efecto que tendría una medida unilateral así como en la necesidad de que el problema que presenta el actual sistema migratorio sea resuelto a través de una nueva ley.
En junio pasado el Senado aprobó una iniciativa de ley para una amplia reforma migratoria, pero los republicanos en la Cámara baja rechazaron tomar ese propuesta como punto de partida para su debate, favoreciendo una discusión por partes y no integral.
Ese debate hasta el momento se mantiene en un limbo en tanto que el líder republicano John Boehner ha caracterizado como remota la posibilidad de que su bancada, que controla esa Cámara, pueda programar un voto este año.