Este no fue un programa encubierto. Fue debatido en el Congreso y revisado por la GAO (Oficina de Supervisión General) -el brazo de investigación del Congreso-, y esas cosas no pasan con programas encubiertos, dijo el vocero presidencial Jay Carney.
La existencia del programa que resultó en la creación de la red social ZunZuneo fue revelada en una investigación de la agencia de noticias Prensa Asociada (AP), que tuvo acceso a cientos de documentos oficiales relacionados con el programa.
Patrick Leahy, presidente del Subcomité del Senado sobre el Departamento de Estado y Operaciones en el Extranjero, aludió empero a la naturaleza clandestina del programa al asegurar que no se informó a la Subcomisión de Asignaciones que tiene la responsabilidad de hacer supervisión.
Según la agencia, los responsables del manejo de esa red, que inició sus operaciones en 2009 era sacar a Cuba de la inercia mediante iniciativas tácticas y temporales, y lanzar un proceso de transición hacia el cambio democrático.
El programa fue manejado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) hasta 2013, cuando habría concluido la partida presupuestal asignada por el gobierno.
Carney caracterizó la operación como un programa de asistencia para el desarrollo que tuvo como propósito incrementar el nivel de información que tienen los cubanos para que la pueden discutir entre ellos.
La agencia noticioso hizo notar los esfuerzos significativos llevados a cabo por USAID a fin de evitar que las autoridades cubanas descubrieran el secreto entramado de su origen, creando una empresa fantasma en España y una cuenta bancaria en las Islas Caimán.
Al respecto Carney explicó que cuando se tiene un programa como este en un clima ´no permisible´ como por ejemplo en Cuba, uno es discreto sobre la manera de implementarlo, a fin de proteger a quienes lo ejecutan, pero eso no lo hace encubierto.
No es encubierto porque estoy hablando sobre el mismo, insistió.
Empero el vocero rehusó responder al ser cuestionado sobre si el programa resultó en la recolección de información de los usuarios, insistiendo en que no se trató de un programa de espionaje.
Carney negó igualmente que Alan Gross, el contratista estadounidense con el USAID detenido en Cuba desde 2009 acusado de espionaje, meses antes de la implementación de ZunZuneo, haya estado involucrado en este programa.
El señor Gross no estuvo afiliado de ninguna manera con este programa. El ha sido mantenido preso por las autoridades cubanas por más de cuatro años sólo por querer ayudar a que más cubanos tuvieran acceso a internet, y continuamos trabajando para lograr su liberación, indicó.
Carney externó empero su expectativa de que esta revelación no tenga un efecto negativo sobre estos esfuerzos.