Es probable que la ofensiva lanzada por milicias con respaldo iraní y tropas iraquíes se imponga sobre los combatientes del grupo Estado Islámico para defender la ciudad de Tikrit, Irak, dijo el jefe militar de Estados Unidos, quien agregó que ese avance no habría sido posible sin los ataques aéreos estadounidenses.
El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, hizo las declaraciones en respuesta a preguntas de periodistas que lo acompañaron de Washington a Irak.
Cuando se le preguntó si creía que Estado Islámico será expulsado de Tikrit, respondió: “Sí, lo creo… Las cifras son abrumadoras”.
Dempsey dijo que cerca de 23.000 milicianos chiíes procedentes de Irán y soldados iraquíes participan en la ofensiva, en comparación con unos cuantos “cientos” de combatientes del Estado Islámico.
Dijo que la ofensiva no se ha realizado con tácticas militares clásicas bajo el criterio estadounidense. Describió que una masa de vehículos de todo tipo, desde Humvees iraquíes, camiones y otros transportes, han avanzado hacia Tikrit como si se tratara de la hora pico en Washington DC. “No lo describiría como una maniobra militar sofisticada”, opinó.
Dempsey hizo sus comentarios mientras iba a bordo de una aeronave militar de Estados Unidos con rumbo a Bahréin y posteriormente a Irak, para reunirse con comandantes estadounidenses y representantes del gobierno iraquí.
Los combatientes de Estado Islámico arrasaron con gran parte del norte y el oeste de Irak a finales del año pasado y ahora controlan numerosas ciudades clave, como Tikrit, que es el lugar donde nació el ex presidente iraquí Saddam Hussein.
Estados Unidos y sus aliados han lanzado cientos de ataques aéreos contra objetivos del Estado Islámico desde agosto y cree que sus ataques han logrado detener los avances territoriales del grupo. Sin embargo, en la ofensiva por Tikrit que comenzó el lunes, Estados Unidos está en plan de observador, viendo como Irán proporciona capacitación, armas y liderazgo a las milicias chiíes iraquíes van al frente.
Dempsey dijo que no hay evidencia que el ejército iraní esté participando directamente en los combates.