A través de un comunicado, los rebeldes del Estado Islámico dieron a conocer el viernes que destruyeron seis piezas arqueológicas de la ciudad histórica de Palmira. Un contrabandista las había adquirido y le fueron confiscadas.
El Estado Islámico dijo que seis bustos fueron encontrados cuando el traficante fue detenido en un retén. El asunto fue presentado ante una corte islámica en la ciudad de Manbij, en el norte de Siria, la cual ordenó que fueran destruidos y que el hombre fuera azotado.
Fotografías publicadas por el grupo mostraban a los rebeldes del Estado Islámico destruyendo los bustos con mazos. En otra fotografía se veía al contrabandista siendo azotado.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo el viernes que no estaba claro si los bustos eran auténticos o si los milicianos destruyeron piezas falsas para encubrir su propio tráfico de antigüedades.
Aunque no existe una evidencia firme sobre la cantidad de dinero que ha conseguido el Estado Islámico por saquear antigüedades, según fotografías satelitales y declaraciones de testigos existen saqueos generalizados de sitios arqueológicos bajo el control del EI.
EI capturó Palmira en mayo tomándola de fuerzas oficiales. Muchos temen que el grupo dañe los sitios arqueológicos de la ciudad como lo han hecho en el vecino Irak este año.