México, 24 Ene (Notimex).- Científicos de Francia, Canadá y Estados Unidos establecieron ciertas diferencias entre la actividad neuronal de personas con depresión posparto (DPC) y las que presentan otro tipo de trastorno depresivo y que no han dado a luz, lo que ayudaría a un tratamiento adecuado de las primeras pacientes.
De acuerdo con el Servicio de Información y Noticias Científicas, los estudios, cuyos resultados fueron publicados en Trends in Neurosciences, arrojaron que el tratamiento para mujeres con DPC es igual al de pacientes con trastornos depresivos graves o ansiedad general, lo que podría no ayudar al correcto tratamiento.
De acuerdo con los científicos autores del estudio, las madres con depresión pueden dificultar la creación de vínculos con sus hijos, o bien, ser más intrusivas, irritables, incluso desapegadas o introvertidas, lo que podría derivar en consecuencias para la salud de los niños en el largo plazo.
Así, señalaron que los hijos de madres con depresión tienen necesidades médicas mayores que los hijos de mujeres que no sufren este tipo de trastornos.
Jodi Pawluski, una de las autoras del estudio perteneciente a la Universidad de Rennes, en Francia, abundó que se ha olvidado examinar la neurobiología de la salud y de las enfermedades mentales durante la maternidad, en especial, la ansiedad.
Dijo que la ansiedad posparto recibe menos atención y no cuenta con una clasificación en los manuales de psicología, ello aun cuando una de cada siete mujeres padece este trastorno, lo que imposibilita su tratamiento.
La publicación refirió que los síntomas de la depresión posparto son tristeza, inquietud, agitación y problemas de concentración, perfil similar al de otros trastornos depresivos graves que se suelen dar durante la vida adulta.
Sin embargo, de acuerdo con la investigación, se observaron diferencias entre la actividad neuronal de las pacientes con DPP y las que presentan otro tipo de trastorno depresivo mayor y no han dado a luz.
Así, explicaron que las pruebas con resonancias magnéticas funcionales arrojaron que la amígdala cerebral, normalmente en estado hiperactivo en personas con ansiedad y depresión, es menos activa en mujeres con DPP.
La clasificación de la DPC se ubica como un subtipo de trastornos depresivos graves, ello de acuerdo con el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), que es el documento que clasifica este tipo de patologías, y que es publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA por sus siglas en inglés).
Por lo anterior, los investigadores señalaron que entender la manera en la que actúan neurobiológicamente los trastornos del ánimo en la maternidad ayudará a diseñar tratamientos efectivos, los cuales derivarían en una mejora para la salud de madres e hijos.