“¿Qué cosa puedo decir? Estoy destruida”, declaró la parlamentaria del derechista partido Forza Italia a un periodista del diario Il Messaggero, que logró comunicarse vía telefónica con la política.
A inicios de la semana, el esposo de Alessandra Mussolini, Mauro Floriani fue acusado formalmente por la fiscalía de Roma de ser uno de los tantos clientes de dos chicas menores de edad que se prostituían en un barrio de clase alta de Roma.
Mauro Floriani, exoficial de la policía financiera y actual dirigente de la sociedad Trenitalia, negó las acusaciones, pero la fiscalía aseguró que existen “pruebas incontrovertibles” en su contra.
Según Il Messaggero, Mussolini corrió al marido de su casa y se trasladó temporalmente con sus tres hijos a la mansión de su madre, Maria Scicolone, hermana de la actriz Sofia Loren. El rotativo aseguró que la afamada actriz llama por teléfono todos los días a su sobrina, preocupada por su situación.
Lo paradójico del caso es que Mussolini se ha batido por aumentar las penas contra la pederastía y fue una de las principales promotoras de la ratificación en el Parlamento de la Convención de Lanzarote, sobre la protección de menores contra la explotación y el abuso sexual.
Según la autoridad judicial, Floriani, que podría ser condenado hasta a cuatro años de cárcel, era uno de los tantos clientes famosos de dos adolescentes de 14 y 15 años que por la mañana iban a la escuela y por la tarde se prostituían en el elegante barrio Parioli de la capital.
El caso salió a la luz a finales de 2013, cuando la madre de una de las chicas presentó una denuncia ante los carabineros luego de haber contratado los servicios de un detective privado, que le confirmó que su hija se prostituía para poder comprar teléfonos celulares o ropa cara. De 51 años de edad, Alessandra Mussolini es hija de María Scicolone, la hermana menor de Sofia Loren, y de Romano Mussolini, cuarto hijo del “Duce”.