Por Isabel Inclán. Corresponsal
Toronto, 4 Oct (Notimex).- Durante 12 horas la ciudad de Toronto vivió una jornada nocturna de luces, rayos láser, vaporizaciones, imágenes e instalaciones de arte contemporáneo que cubrieron las calles y fachadas de los edificios antiguos.
La Nuit Blanche exhibió 110 proyectos de arte contemporáneo de 400 artistas locales nacionales e internacionales, entre ellos los artistas mexicanos Julio Castro Carreón, Gabriel Cázares Salas y Rolando Flores Tovar, del colectivo Tercerounquinto, así como Carlos Amorales.
Pese a una fría temperatura de once grados y vientos de hasta 35 kilómetros por hora, las calles del centro de Toronto se cubrieron de una mancha humana de más de un millones de visitantes que, abrigados como noche de invierno, salieron a las calles a apreciar y participar en las instalaciones de los videoastas, deseñadores, cineastas y demás dueños de las artes visuales contemporáneas.
En la exposición de Amorales, Black Cloud (Nube negra), el público hizo una larga fila alrededor de la galería The Power Plant, para ver el montaje de 30 mil mariposas nocturnas hechas de papel pegadas a las paredes y el techo que forman una especie de nube negra o plaga.
En tanto, los artistas neoleoneses de Tercerounquinto se tomaron las calles de Mutual y Carlton para presentar su proyecto Change of Direction (Cambio de Sentido), que mostró lo difícil que es cambiar el sentido del tránsito en una calle.
El artista internacional JR presentó ocho proyectos en esta noche blanca de los cuales el Inside Out atrajo a miles de participantes, quienes entraban a dos camiones a tomarse una foto en blanco y negro haciendo diferentes expresiones.
Este proyecto lo comenzó el artista en el 2011 fotografiando a más de 250 mil personas de 120 países. Las fotografías de gran tamaño fueron adheridas en la plaza Nathan Phillips Square, a las afueras de la alcaldía de Toronto, formando un laberinto por el que caminaba la gente.
Otro de sus proyectos se instaló en el edificio original de la Bolsa de Valores de Toronto, cuya fachada vivió una demolición gracias a los efectos de los videos multimedia. En su interior se proyectó un video que muestra dos proyectos del artista: Les Busquets y Black and White, realizados en un suburbio de París y en Nueva York.
Los asistentes a la décima Nuit Blanche, inspirada en su similar de París, pudieron sostener esferas que cambiaban de colores, introducirse debajo de un gran elefante blanco o pararse en una estruendosa plataforma de una especie de nido instalada en el Lago Ontario.
La noche del 3 al 4 de octubre fue sorpresiva para el millón de espectadores que iban encontrando a su paso instalaciones como la del colectivo argentino Cambalache, titulada Ayuda humanitaria para el primer mundo.
Los torontianos tendrán que esperar 364 días para otra noche blanca más de sorpresivas imágenes de colores, sonidos y efectos especiales que hacen aparecer grandes rostros en fachadas de edificios clásicos, como la sede de la Suprema Corte o el Parlamento de Ontario.