En su editorial de este miércoles, el diario El País indicó que la radiografía que aparece en los informes del FMI y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) debe llevarnos a una reflexión urgente sobre el modelo de sociedad que está dejando la crisis. De acuerdo con los informes, España es el país donde el impacto de la crisis se ha repartido de forma desigual.
La OCDE precisó que apenas se han reducido los ingresos del 10 por ciento de la población más rica, mientras que los del 10 por ciento más pobre han caído un 14 por ciento anual. El rotativo señaló que el informe de la OCDE únicamente analiza el periodo comprendido entre 2007 y 2010, de modo que no contabiliza los efectos de la segunda recesión, la que se desencadenó como consecuencia de la crisis de la deuda.
Añadió que a estos datos habrá que añadir el efecto de los recortes en el gasto social, más intensos a partir de 2011, el incremento de los impuestos indirectos y el establecimiento de copagos, que ha pesado también en mayor medida sobre las rentas bajas. Para El País, tan importante como salir de esa desigualdad es preservar unos estándares de cohesión social que garanticen el progreso social y la igualdad de oportunidades.
La OCDE recomienda aplicar políticas sociales selectivas y destinar recursos específicos al rescate de los más desfavorecidos para que la brecha social no siga aumentando de forma alarmante. Expuso que a partir de determinados niveles, la brecha social aparece también como uno de los más serios obstáculos para la propia recuperación económica, y puede ser el caso de España.