Varias escuelas de los suburbios de Nueva York carecen de recursos para atender a miles de niños y adolescentes centroamericanos que cruzaron la frontera solos y necesitan aprender inglés a nivel acelerado, y en algunos casos, recibir ayuda para superar estados de trauma.
Educadores, activistas y abogados se reunieron en la zona de Long Island para analizar cómo pueden ayudar a los aproximadamente 3.000 menores centroamericanos que llegaron recientemente al área y que acuden a escuelas públicas. Los centros educativos han tenido que crear nuevos espacios provisionales para acoger a los menores y se han quejado de que su presupuesto no alcanza para atenderlos de forma adecuada.
Los expertos dijeron que los centros escolares de distritos como Hempstead, Westbury, Brentwood, Central Islip, Hampton Bays, Huntington o West Hampton no cuentan con suficientes servicios bilingües, carecen de profesionales en salud mental y tienen educadores que no están entrenados para atender adecuadamente a estos menores.
Más de 60.000 menores no acompañados de Honduras, El Salvador y Guatemala fueron detenidos en la frontera desde fines de 2013 y a lo largo de 2014, según datos federales. Nueva York es el segundo estado que más niños ha recibido después de Texas. Muchos huyeron de la violencia, del narcotráfico y las pandillas que azotan a sus países de origen.