Estados Unidos carece de los barcos y los medios de vigilancia para combatir el narcotráfico que llega de América Latina, dijo el jueves el comandante militar estadounidense para la región en una audiencia del Senado, agregando que la falta de recursos le obliga a “sentarse y ver cómo pasa”.
El general John Kelly dijo en la Comisión de Servicios Armados del Senado que puede interceptar hasta un 20% de las drogas que parten de Colombia rumbo a Estados Unidos, aunque el resto pasa.
Con la ayuda de aviones de reconocimiento, radar, personal de inteligencia y otros recursos, Kelly dijo que tiene una “visión muy clara” de los traficantes de drogas que trasladan la droga fuera de Colombia y a través del Mar Caribe. Pero gran parte del tiempo, agregó “simplemente me siento y los veo pasar. Y debido a recortes del servicio, no espero recibir ayuda alguna de inmediato en lo que respecta a activos para trabajar dentro de esta región del mundo”.
Kelly, que preside el Comando Sur de Estados Unidos, dijo que podría interceptar más drogas si tuviera 16 barcos que pudieran ser usados como bases para helicópteros. Por lo general, las autoridades usan los helicópteros para perseguir a los traficantes que operan lanchas veloces, obligándoles a detenerse y a rendirse. Kelly dijo que actualmente sólo tiene un buque de la Marina armada y dos patrulleras del Servicio de Guardacostas que se pueden usar en las operaciones de detección de drogas.
El objetivo ha sido reducir la cantidad de drogas que ingresan a Estados Unidos procedente de América Latina en un 40%, que las autoridades consideran podría afectar las ganancias de los cárteles de la droga y quizás llevarlos a enfrentamientos entre ellos. Para lograr ese objetivo, necesitaría los 16 buques.
Al responder al senador demócrata Carl Levin, de Michigan, si tiene suficiente capacidad aérea para mantener la vigilancia, Kelly respondió que tiene la mitad de lo que necesita. Indicó que utiliza los aviones P-3 Orion de la Marina y otras aeronaves, y que a menudo aprovecha los vuelos de entrenamiento que llegan por su región, pidiéndoles que observen lo que se mueva por todo el Caribe.
Kelly agregó que ha notado un incremento en la cantidad de droga que se desplaza a través de la República Dominicana y Puerto Rico. El tráfico a través de Puerto Rico es un problema en particular porque no hay restricciones aduaneras estadounidense, por lo que los paquetes pueden ser enviados a través del servicio de correos.