Tres organismos multilaterales exhortaron el lunes a los gobiernos latinoamericanos a abordar cuanto antes reformas en el manejo de las pensiones para evitar la pobreza en la tercera edad, en un continente en el que la población adulta es cada vez mayor.
Al difundir un informe sobre el panorama regional de las pensiones elaborado junto al Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Luis Alberto Moreno calificó el manejo de las pensiones como el “desafío principal” para construir un sistema de protección social a largo plazo.
Moreno subrayó la urgencia de las reformas ya que la porción de latinoamericanos mayores de 65 años pasará en 30 años del 7% actual a casi el 20%, pero actualmente sólo un 45% de los trabajadores aportan a un plan de retiro.
“Sin reformas, entre 63 y 83 millones de personas carecerán de pensión”, advirtió Moreno. “En este momento estamos disfrutando de un bono demográfico que no podemos desaprovechar”.
El mexicano Ángel Gurría, presidente de la OCDE, señaló que actualmente América Latina tiene ocho personas en edad productiva por cada pensionista, pero la tasa disminuirá a 2,5 en 2050.
Gurria atribuyó la tendencia al elevado número de trabajadores en el sector informal que no hacen aportes.
“Los gobiernos necesitan impulsar las oportunidades de empleo en el sector formal, particularmente para las mujeres, a fin de que más personas puedan beneficiarse de una pensión digna”, indicó.
El documento identificó la emergencia en varios países de las pensiones llamadas no contributivas -aportadas directamente por los Estados y no por empleados ni patronos- que han contribuido a disminuir la pobreza, pero advirtió que su sustentabilidad a largo plazo supondrá un reto fiscal a medida que la población envejezca y haya más solicitantes.
El informe, que incluye un análisis comparativo por país, concluyó que el gasto regional promedio en pensiones equivale a 3% del Producto Interno Bruto y que la expectativa de vida promedio en la región para los mayores de 65 años es de 19 años para los hombres y 16 para las mujeres.
Moreno y Gurría coincidieron en que las inversiones en los sistemas y las reformas en los marcos institucionales son el primer paso que deben abordar los gobiernos para lograr sistemas de pensiones de mayor cobertura y sostenibilidad.