El gobernador Andrew Cuomo expresó, tras declarar la emergencia, que el estado no cuenta con la sal suficiente para que, rociada en el asfalto y concreto, contribuya a deshacer la nieve y permita que las calles y carreteras sean transitables. El gobierno prohibió asimismo la circulación en al menos una carretera estatal, la 84, que bordea con los estados de Pensilvania y Connecticut.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta de tormenta desde la noche del martes y hasta las 18:00 horas de este miércoles, debido a la nieve, aguanieve y lluvia congelante que se espera caiga de manera intermitente durante el día.
Los meteorólogos esperan una acumulación de nieve de hasta diez centímetros en la ciudad, aunque advirtieron que el mayor peligro será provocado por la acumulación de hielo, que podría colapsar ramas de árboles y líneas de electricidad.
Viajar será extremadamente peligroso, advirtió el servicio, que hizo eco de la alerta que emitió el Gobierno de Nueva York, que recomendó a los habitantes que no emplearan sus autos salvo que esto fuera absolutamente necesario, y que mejor viajaran en transporte público. Las condiciones, no obstante, han también obstaculizado el normal funcionamiento del sistema de metros de la ciudad de Nueva York.
Durante la mañana de este miércoles, dejó de funcionar la línea 7, que conecta a Manhattan con el condado de Queens, en tanto que se declaró la suspensión parcial de las líneas 1,2 y 3, y se reportaron serios retrasos en los servicios de las líneas 4,5 y 6 de la ciudad.
Mientras tanto, el sitio FlightAware.com, encargado de monitorear el estatus de los vuelos en Estados Unidos, indicó que poco más de dos mil 500 trayectos habían sido suspendidos debido a las malas condiciones climáticas.