Ivan Rogers dijo que el gobierno de la primera ministra Theresa May ante las próximas conversaciones para la salida del país de la UE se ve obstaculizado por “argumentos mal fundamentados” y un “pensamiento confuso”.
Sus duras críticas, que probablemente desconcertarán al gobierno ante las complejas negociaciones con los 27 miembros restantes del bloque, se hicieron públicas cuando la prensa británica las publicó el miércoles.
La partida de Rogers, además de dejar a Londres sin representante en el bloque, revela la profunda incertidumbre en el gobierno acerca de cómo defender los intereses del país al abandonar la UE.
La vocera de la Comisión Europea, Natasha Bertaud, dijo que se echará de menos a Rogers.
“Deploramos la partida de un interlocutor y diplomático muy profesional, muy entendido, aunque no siempre de trato fácil, que siempre defendió con lealtad los intereses de su gobierno”, dijo.
En lo que es probablemente el pasaje más crítico, Rogers dijo que los altos funcionarios desconocen las prioridades del gobierno en las conversaciones, que fijarán el rumbo para las relaciones de Gran Bretaña con Europa después de su salida.
“No sabemos aún qué objetivos se fijará el gobierno para la relación del Reino Unido con la UE después de la salida”, escribió.
Esto implica que no sabe con certeza si May quiere mantener al país en el mercado único o la unión aduanera o si quiere cortar esos lazos económicos.
Rogers dijo que Gran Bretaña, a diferencia de sus adversarios de la UE, carece de la “experiencia negociadora multilateral seria” que la tarea requiere.
El correo fue enviado el martes, cuando Rogers renunció meses antes de lo previsto.
May asumió tras la renuncia del primer ministro David Cameron, quien no pudo convencer a los británicos que votaran a favor de la permanencia en la UE en el referéndum de junio. Dice que Londres invocará formalmente el Artículo 50 el proceso legal para iniciar la salida de la UE a fines de marzo.
Se ha negado reiteradamente a expresar los objetivos del gobierno con el argumento de que ello debilitaría su posición en las negociaciones.
Su gobierno enfrenta una demanda judicial que lo obligaría a obtener la aprobación parlamentaria antes de iniciar el proceso. Se espera un próximo fallo de la Corte Suprema sobre si se deroga o ratifica el de un tribunal inferior, de que el Parlamento debe dar su aprobación antes de invocar el artículo 50.
Rogers había advertido anteriormente que los nuevos acuerdos comerciales con Europa tomarán más tiempo que lo previsto y que el proceso puede fracasar en última instancia porque requeriría la aprobación parlamentaria de cada estado miembro.
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El periodista de The Associated Press Raf Casert en Bruselas contribuyó para este despacho