Antes de ser tintero, soy maestro de química orgánica, afirma Filiberto Vázquez Dávila, el inventor de la fórmula de la tinta indeleble que los mexicanos usan en cada proceso electoral, pero que también se utiliza en comicios de países de Centroamérica y El Caribe, por la seguridad y confiabilidad que ofrece.
El que el tinte se realice en el Instituto Politécnico Nacional da confianza a los mexicanos, porque se trata de una institución de educación y su obligación es actuar de manera científica y correctamente, expresa.
Y vaya que el pigmentador tiene candados, pues la fórmula no es la misma para cada proceso electoral. La vamos cambiando con el mismo sistema de que sea indeleble en cuanto a que no se quite con nada, y vamos modificando la fórmula para identificar, en un momento dado, si la tinta que se usó es la nuestra o no, enfatiza.
Para los comicios del próximo 7 de junio la tinta será color marrón, ya que así la pidió el Instituto Nacional Electoral (INE), para que no se identifique con ningún partido, pero puede cambiar el color según se solicite.
Con olor a vinagre, pero no tóxico, el líquido tarda 15 segundos en secar, y según la química de la piel del que haya sido marcado, tarda dos, tres o cuatro días en borrarse.
El maestro en Ciencias expresa que la gente debe confiar en que el pigmentador de la piel que produce el IPN cumple con los requisitos y objetivos establecidos: que sea indeleble y que no se quite a propósito con nada. A la persona que se le marca el dedo, le dura todo el proceso electoral y no va a poder votar dos veces por ese simple hecho, aclara.