Bagdad, 18 Ene (Notimex).- Las fuerzas iraquíes, respaldas por Estados Unidos, lograron hoy el control total del este de Mosul, tras expulsar a los yihadistas del Estado Islámico (EI) de esa parte de la ciudad, tres meses después de lanzar su operación.
Las unidades antiterroristas iraquíes dieron este miércoles por concluida su misión en el este de Mosul y preparan ahora su operación para retomar el lado oeste de la ciudad, informaron fuentes castrenses, citadas por la cadena árabe Al Arabiya.
El logro fue una gran victoria. El éxito de las tropas no tiene precedentes, dijo el teniente general del Ejército iraquí, Talib Shaghati, quien comanda las fuerzas antiterroristas.
En declaraciones a la prensa desde el poblado de Bartela, al este de Mosul, Shaghatai admitió que el avance no fue fácil, pues estuvo obstruido por la dura resistencia de los milicianos, la presencia de civiles atrapados en sus viviendas y por el mal clima.
Asimismo, anunció que las tropas iraquíes están preparando planes para retomar la zona occidental de la ciudad, sin especificar cuándo comenzaría esa parte de la operación.
Reconquistar ahora el oeste de Mosul será un desafío para las fuerzas iraquíes, a pesar de que cuentan con el respaldo de la coalición dirigida por Estados Unidos, así como de milicias sunitas y chiitas.
Según fuentes militares, el sector occidental de la ciudad está surcado de estrechos callejones y antiguos edificios, lo que complicará la lucha urbana.
La conquista del este de Mosul se logró a tres meses de que el Ejército iraquí, con el apoyo de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, comenzó una gran ofensiva para recuperar toda la ciudad, más de dos años después de haber caído en manos del EI.
Desde que comenzó la ofensiva en Mosul, el 17 de octubre pasado, más de 178 mil personas han huido, según el Ministerio de Inmigración, aunque organizaciones humanitarias estiman que la operación iraquí podría dejar hasta un millón de desplazados.
Mosul, la segunda ciudad del país y el último feudo urbano del EI en Irak, cayó en manos de los yihadistas en junio de 2014, tras una rápida ofensiva extremista en el norte y oeste del país.