De acuerdo con testigos de la ejecución, el reo Dennis McGuire, jadeo con intensidad y emitió resoplidos y fuertes ronquidos durante los más de 15 minutos que le tomó expirar desde que le comenzaron a inyectar en uno de sus brazos la dosis letal de drogas.
La ejecución de McGuire, fue una de las de más duración de las 54 que Ohio ha realizado desde que reanudó la aplicación de la pena capital en 1999.
Las autoridades carcelarias utilizaron dos drogas nunca antes usadas en una ejecución en Estados Unidos, el sedante midazolam y el analgésico hidromorfona para dar muerte a McGuire.
McGuire, fue declarado muerto de manera oficial a las 10:53 horas (15:53 GMT) de este jueves en la Instalación Correccional del Sureste de Ohio en la comunidad de Lucasville.
El reo de 53 años de edad había sido declarado culpable del homicidio con agravantes de Joy Stewart en el condado de Preble en 1994.
Ohio al igual que otras entidades que aplican la pena de muerte en Estados Unidos, se ha visto obligada a buscar nuevos combinaciones de drogas letales para conducir las ejecuciones, luego de la única compañía farmacéutica que elaboraba el fármaco más usado para ello dejara de producirlo.
En el 2011, la compañía europea Hospira dejó de producir el tiopental sódico ante las presiones de los gobiernos de la comunidad europea inconforme sobre su uso en las ejecuciones en Estados Unidos.
Las diversas entidades comenzaron entonces a utilizar el químico pentobarbital para aplicar la pena de muerte, pero su fabricante Lundbeck con sede en Dinamarca, prohibió a las prisiones estadounidenses el uso de sus medicamentos en ejecuciones.
Texas y otras entidades siguen usando pentobarbital, pero fabricado en Estados Unidos en “farmacias de compuestos”, débilmente regulados por las autoridades.
Ante la escasez de drogas letales, el Departamento de Corrección y Rehabilitación de Ohio modificó la forma en que realizaba las ejecuciones para permitir el uso de midazolam, un sedante, y la hidromorfona, un analgésico, dijo la vocera de esta dependencia, JoEllen Smith.
La combinación no había sido utilizada nunca antes en una ejecución en Estados Unidos.
Los abogados de McGuire trataron de frenar la ejecución argumentando que el reo se asfixiaría hasta la muerte y tendría varios minutos de dolorosa y desesperante agonía.