Esta era una plataforma, no estábamos generando contenido político de ningún tipo (…) estábamos dejando al pueblo cubano hacer eso por ellos mismos, dijo este jueves la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.
La funcionaria negó la noción de que Estados Unidos estuviera fomentando agitación o avanzando una agenda política específica.
Nada podría estar más alejado de la verdad, nosotros creemos que el pueblo cubano necesita plataformas con esta para usarla ellos mismos para decidir cómo se vislumbrará su futuro, enfatizó.
Indicó que la historia publicada este jueves por la agencia de noticias Prensa Asociada (AP) sobre el programa -que empezó a operar en 2009 y concluyó de manera abrupta en 2012- contenía varias ideas equivocadas.
Apuntó que el gobierno estadounidenses sólo trató de aumentar el espacio de expresión para los cubanos, en el que pudieran expresar incluso puntos de vista anti-estadounidenses y resaltó que Estados Unidos no tuvo oportunidad de monitorear lo expresado ahí.
Reiteró -como lo hizo horas antes la Casa Blanca– que el programa denominado ZunZuneo, fuera algo secreto, clasificado o encubierto. Discreto, no es igual a encubierto, remarcó.
Explicó que la definición legal de acción encubierta incluye la habilidad y necesidad de negar de manera legal, la existencia del programa y ese no es el caso, puntualizó.
Justificó que se trató de un programa realizado discretamente por el ambiente hostil que impera en Cuba.
Harf anotó que el documento asociado a las compañías contratistas que implementaron la plataforma ZunZuneo no es clasificado y que se puede de manera abierta conocer que el gobierno de Estados Unidos financió el programa.