La explosión, registrada el 13 de noviembre pasado, aparentemente fue causada por una granada que cayó al suelo y fue pateada o arrojada en un área de entrenamientos, indicó un reporte conocido este jueves.
De acuerdo con el informe, el capitán y el sargento maestre fallaron en un adecuado manejo del peligro potencial. La decisión de removerlos podría dar fin a sus carreras.
Los cuatro marines muertos eran especialistas en manejo de explosivos y estaban asignados para despejar un área de entrenamiento de la base en el sur de California.
Los marines fallecidos fueron Mathew Marsh, de 28 años, originario de Long Beach y quien estuvo en dos ocasiones en Irak y dos en Afganistán; el sargento Gregory Mullins, de 31 años, originario de Bayou LOurse, Lousiana, y quien estuvo dos veces en Afganistán.
Además, el sargento Miguel Ortiz, de 27 años, originario de Vista, California, y quien estuvo en Irak y Afganistán; y el sargento Eric Summers, de 32 años, oriundo de Poplar Bluff, Mo., y quien estuvo en Irak y tres veces en Afganistán.
Todos ellos eran padres de un total de siete hijos menores de 10 años y habían sido condecorados por sus acciones de combate.