Aunque existe un estatuto federal, el procurador Eric Holder planteó la necesidad de aclararlo para evitar que las armas caigan en manos de personas “enviadas a una institución mental” o que sean declaradas incompetentes para ser enjuiciadas.
La dependencia recomendó que tampoco se vendan armas a personas “sin responsabilidad mental”, declaradas insanas y aquellas encontradas culpables pero con una enfermedad mental, al margen si la declaratoria es federal, estatal, local o militar.
“Estamos tomando pasos importantes, de sentido común, para aclarar las regulaciones federales de armas de fuego, que reforzarán nuestra capacidad para evitar que armas peligrosas caigan en las manos equivocadas”, dijo el procurador.
Aunque la administración del presidente Barack Obama renovó su apoyo a un mayor control de armas desde la tragedia de Newtwon, Connecticut, en la que fueron asesinados 20 niños por un tirador solitario, el Congreso rehusó aprobar una iniciativa bipartidista para imponer más restricciones.
La iniciativa buscaba hacer universal la revisión de antecedentes criminales para compradores de armas, toda vez que no aplica en este momento a las armas de fuego adquiridas en mercados o ferias ambulantes.