El Departamento (de Justicia) destruyó dos amenazas cibernéticas extremadamente dañinas, la red de programas financiero conocida como Gameover Zeus y el programa espía conocido como Cryptolocker, señaló el subprocurador James Cole, en rueda de prensa.
Explicó que Gameover Zeus desvió de manera subrepticia millones de dólares a cuentas bancarias de criminales en todo el mundo.
Además, Cryptolocker impidió el acceso de cientos de miles de usuarios a sus propias computadoras e información demandando sumas de dinero para devolver el ingreso a las máquinas.
Cole agregó que autoridades estadunidenses abrieron proceso en Pensilvania y Omaha, Nebraska, al ruso Evgueni Bogachev, uno de los líderes de una banda en Europa Oriental responsable del esquema de crímenes cibernéticos.
Asimismo indicó que Gameover Zeus tenía como objetivo computadoras de mediana y pequeñas empresas.
Explicó que el software interceptaba contraseñas y otras informaciones usadas para hacer transferencias de dinero y luego se desviaban los recursos a cuentas en bancos extranjeros controladas por criminales.
Cole indicó que las transferencias de dinero individuales eran superiores al millón de dólares y al menos una de las transacciones fraudulentas fue por 6.9 millones de dólares.
Se estima que entre 500 mil y un millón de computadoras fueron infectadas con Gameover Zeus alrededor del mundo y aproximadamente el 25 por ciento de las computadoras estaban localizadas en Estados Unidos.
El funcionario indicó que se desconoce el monto del fraude a nivel global, pero se estima que las pérdidas en Estados Unidos exceden los 100 millones de dólares.
Explicó que el programa Cryptolocker es el más sofisticado software en su género. Una vez que infecta la computadora encripta los archivos y despliega una nota de rescate en la pantalla.
El software instruye a la víctima a pagar cientos de dólares en la moneda cibernética conocida como Bitcoin a fin de recibir una contraseña que desencripta los archivos.
Indicó que el pasado abril, Cryptolocker había atacado más de 200 mil computadoras y más de la mitad de esos ataques ocurrieron en Estados Unidos dejando una ganancia a los criminales de más de 27 millones de dólares por rescates pagados.
Cole indicó que la operación se realizó en sociedad con otros gobiernos y expertos de la iniciativa privada.