El primer debate televisado republicano para la campaña del 2016 tendrá no menos de 10 candidatos.
Eso de acuerdo con directrices dadas a conocer el miércoles por los anfitriones del debate Fox News y Facebook, que ofrecen las primeras pistas sobre cómo el partido va a manejar su mayor grupo de aspirantes presidenciales en tiempos recientes. Funcionarios del partido han estado trabajando en privado en las últimas semanas para evitar que su primer debate en agosto se convierta en un circo televisado a todo el país.
Solamente aspirantes anunciados podrán participar, de acuerdo con las nuevas directrices. La participación será limitada a aquellos que estén entre “los 10 primeros en promedio en los cinco sondeos nacionales más recientes, reconocidos por Fox News“.
Se permitiría la participación de más de 10 candidatos en el debate en caso de un empate.
Se prevé que al menos 15 aspirantes compitan por un lugar, un grupo que se espera incluya a ocho gobernadores y exgobernadores, cuatro senadores, dos ejecutivos empresariales y un célebre neurocirujano.
Entre los ganadores podría estar el multimillonario Donald Trump, un empresario y astro televisivo que ya lanzó un comité presidencial exploratorio. Aunque algunos funcionarios del partido estaban renuentes a darle un puesto en el debate si decide presentarse, Trump ha estado entre los 10 primeros en sondeos recientes.
Entre los perdedores posibles, funcionarios estatales que han tenido dificultades para conseguir una presencia nacional, incluyendo el ex gobernador de Texas Rick Perry, el gobernador de Louisiana Bobby Jindal, el precandidato presidencial del 2012 Rick Santorum, el gobernador de Ohio John Kasich y la ex ejecutiva de tecnología Carly Fiorina, única mujer entre los aspirantes presidenciales republicanos.
Sus senderos hacia la Casa Blanca serían aún más empinados sin la oportunidad de destacarse en un debate televisado nacionalmente.