Las fuerzas de seguridad están “recuperando edificios del gobierno… y los refuerzos, incluidas fuerzas especiales y comandos, están allí o de camino”, afirmó el presidente, Ashraf Ghani.
Ghani habló en un discurso televisado a la nación el martes, un día después de que los talibanes tomaran la ciudad de Kunduz en un asalto desde varios frentes que tomó a por sorpresa al ejército y a las agencias de inteligencia.
“El enemigo ha sufrido cuantiosas bajas”, afirmó el presidente, que instó al país a confiar en las tropas y no ceder ante el “miedo y el terror”.
El ejército estadounidense había realizado un ataque aéreo en la mañana del martes sobre la ciudad, mientras las tropas afganas se reagrupaban para intentar recuperar la ciudad de casi 300.000 personas, la primera zona urbana que toman los talibanes desde que su régimen se vio derrocado por una invasión liderada por Estados Unidos en 2001.
La ciudad cayó el lunes después de que cientos de combatientes talibanes lanzaran un ataque coordinado desde varios frentes. Tras un día de intensos combates, lograron hacerse con los edificios oficiales y ondearon sus banderas en la plaza de la ciudad.
El ataque aéreo se realizó de madrugada “para eliminar una amenaza al contingente”, indicó el coronel estadounidense Brian Tribus, portavoz de las misiones de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán. No hay tropas extranjeras dentro de la ciudad. El portavoz no aclaró si habría nuevos ataques aéreos.
Afganistán despachó refuerzos militares a la región y comenzó la operación para recuperar la ciudad, según un comunicado del ministerio de Defensa anterior al discurso del presidente. Una comisaría recién construida y la prisión de Kunduz ya habían sido liberadas, señaló el comunicado.
No fue posible verificar esa afirmación de forma independiente, ya que no se permite a los medios acceder a la zona. Varios vecinos de Kunduz con los que AP contactó por teléfono dijeron que todavía se oían disparos esporádicos el martes por la mañana. Los vecinos hablaron bajo condición de anonimato al temer por su seguridad.
El lunes, durante el asalto talibán a la ciudad, los insurgentes liberaron a unos 600 presos, incluidos 144 talibanes, del penal de Kunduz, según las autoridades.
El Consejo de Seguridad Nacional tenía previsto reunirse el martes en Kabul para abordar la situación, indicó un miembro del gobierno hablando bajo condición de anonimato para comentar los planes del gobierno.
La Cruz Roja Internacional dijo haber evacuado a dos de sus tres empleados internacionales de Kunduz, a los que llevó por aire a la cercana ciudad de Mazar-I-Sharif. También se evacuó la oficina de Naciones Unidas en Kunduz.
La caída de la ciudad se produce mientras el presidente Ashraf Ghani cumple un año en el cargo. El presidente ha prometido llevar la paz a Afganistán y trataba de atraer a los talibanes a conversaciones de paz.
Kunduz es una de las ciudades más grandes y ricas de Afganistán y la provincia donde se encuentra, también llamada Kunduz, es una de las principales despensas del país. Se encuentra en un cruce estratégico que conecta Afganistán con Pakistán, China y Asia Central.