El presidente encargado de Ecuador, Jorge Glas, dijo que el convenio suscrito este lunes, luego de más de 35 años, es la demostración de que dos países hermanos pueden definir, sin la intervención de nadie, sus límites marítimos.
Nos ha llevado tiempo llegar a este momento. Fue esta Revolución Ciudadana la que dio paso para resolver nuestra demarcación territorial y marítima. Con Costa Rica ahora somos vecinos bañados por el mismo océano Pacífico, expresó.
Agregó que las dos naciones cuentan hoy con la seguridad, legitimidad y legalidad que nos brinda el ejercicio de la soberanía sobre este mar, con abundantes recursos marítimos estratégicos para el desarrollo de ambos pueblos.
A su vez, el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño dijo en un comunicado difundido en Quito, que con la firma del documento se cierra en definitiva la demarcación de sus fronteras terrestres y marítimas.
Estamos seguros al afirmar que dichas fronteras, en adelante, lejos de ser líneas de separación, división y conflictos, se convertirán en puntos de unión, de convergencia e integración, indicó el funcionario.
Explicó que la delimitación fue posible gracias a la voluntad política de los dos gobiernos y al esfuerzo y dedicación de las personas que han participado en las negociaciones y en las reuniones técnicas.
La cancillería recordó que desde 1978, los dos países sostuvieron diálogos para lograr un acuerdo que permitiera delimitar los espacios adyacentes a partir de las Islas Galápagos en Ecuador y la Isla del Coco en Costa Rica.
Para Patiño, el Convenio constituye un valioso ejemplo de entendimiento entre nuestros países y, el inicio de una etapa fructífera de cooperación con miras a profundizar el conocimiento científico del medio marítimo.
El canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, afirmó a su vez que el acuerdo ratifica los profundos lazos de amistad y sienta las bases para la cooperación conjunta en temas marítimos.