Antes de su duelo del viernes por la noche, Djokovic y Nadal cambiaron la ropa deportiva por chaquetas tradicionales tailandesas de colores celeste y amarillo. El protocolo de vestimenta fue parte de un viaje estrictamente coreografiado para mejorar la imagen de Tailandia, ahora bajo el mando de la milicia, que incluyó una reunión con el líder de la junta militar.
Una de las oportunidades para fotos fue en el templo Erawan, el lugar donde hubo un atentado con bomba en agosto, donde los jugadores colocaron ofrendas y posaron para fotos bajo estrictas medidas de seguridad y una fuerte lluvia.
Djokovic, primero del ranking mundial, y Nadal jugaron una exhibición denominada “De Vuelta en Tailandia”. El evento fue organizado por las autoridades locales para fomentar la confianza en la seguridad del país, después del bombazo que dejó 20 muertos y más de 120 heridos.
La asociación de tenis de Tailandia dijo que los jugadores recibirían 150 millones de bahts (4,1 millones de dólares) por el viaje.
Nada mal por jugar un partido a tres sets que no duraría más de dos horas. Cuando Djokovic derrotó a Roger Federer en la final del Abierto de Estados Unidos, su premio fue de 3,3 millones.
Uno de los requisitos del viaje parecía ser el código de vestimenta. Los jugadores utilizaron las tradicionales chaquetas de seda de los colores representativos de la monarquía del país. Djokovic utilizó amarillo el color que representa al rey de Tailandia y Nadal celeste, el color de la reina.
Con su vestimenta formal, los tenistas visitaron el Gran Palacio y luego se reunieron con el líder de la junta, Prayuth Chan Ocha, quien encabezó un golpe de estado en mayo de 2014 que derrocó al gobierno elegido democráticamente, y luego se nombró primer ministro.
“Estoy contento porque dos de los mejores tenistas del mundo están en Tailandia”, dijo Prayuth. “Esto hará que más gente venta a Tailandia”, agregó.