Una protesta frente a las instalaciones de la comisaría de Ferguson, Missouri fue el escenario del ataque con arma de fuego en el que dos agentes de la policía resultaron heridos.
Manifestantes y la policía se reunieron pasada la medianoche frente a la comisaría de Ferguson para expresar su descontento ante la renuncia del jefe de policía Thomas Jackson el miércoles. La protesta había sido pacífica hasta que se escucharon los disparos contra los dos agentes. Ambos fueron trasladados a un hospital local y se informó que se mantienen conscientes pero sus heridas son “serias”, así fue como lo describió John Belmar, jefe de polícía del condado de Saint Louis.
Después de la balacera, agentes con armas y material antimotines rodearon las instalaciones y más de una docena de autos patrulla bloquearon la calle.
Jackson fue el sexto empleado de la ciudad en dimitir o ser despedido tras la publicación de un informe del Departamento de Justicia que absolvió a Darren Wilson de infringir los derechos civiles tras la muerte de Michael Brown en esta localidad en agosto de 2014. Wilson dimitió después de su puesto.
Otro informe del Departamento describió un sistema judicial centrado en los beneficios y unos prejuicios raciales rampantes en el departamento de policía de Ferguson.