El histórico anuncio, que pone fin a 39 años de reinado, lo realizó el presidente del gobierno Mariano Rajoy.
Juan Carlos, de 76 años, dijo que cede el testigo a una nueva generación y aunque desvinculó la renuncia de cualquier problema de salud, su despedida dejó abierta una puerta a cambios importantes que neutralicen retos como el referendo independentista catalán del 9 de noviembre.
“Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando”, dijo el rey en un breve mensaje televisado a la nación.
“Mi hijo Felipe, heredero de la corona, encarna la estabilidad”, añadió.
Felipe, de 46 años y todavía príncipe de Asturias, será el próximo monarca y reinará como Felipe VI junto a su esposa Letizia Ortiz. Un relevo generacional vital para la salud de la monarquía, según las encuestas, que otorgan a Felipe un índice de aprobación de 70% y de 41% a su padre.
Juan Carlos destacó la “madurez y la preparación” de su hijo e insistió en la necesidad de emprender reformas que permitan “abrir una nueva etapa de esperanza”. Mensajes de cambio que, según algunos analistas, responden a los desafíos que la crisis económica ha abierto en España, donde gran parte de la sociedad entiende que el modelo constitucional surgido tras la muerte de Francisco Franco en 1975 está agotado.
España está obligada a cambiar su constitución, que todavía prima al varón sobre la mujer en la línea de sucesión al trono, para garantizar que la hija mayor de Felipe, la infanta Leonor, sea heredera. Y no se descarta que esa excusa permita un debate más amplio para abordar cuestiones tan críticas como el referendo catalán y el nacionalismo vasco, como pide el opositor Partido Socialista desde hace meses.
“La abdicación favorece el debate sobre la posible reforma de la constitución. Pero no creo que se produzca a corto plazo”, señaló Antonio Barroso, analista de riesgos de la firma Teneo Intelligence en Londres. “Los grandes partidos podrían acordar un nuevo encaje de Cataluña en España, pero a largo plazo”, agregó.
Artur Mas, presidente del gobierno catalán, aseguró que la consulta del 9 de noviembre se mantiene pese a que el gobierno ha dicho en reiteradas ocasiones que no se celebrará.
“Hay cambio de rey en España, pero el proceso (catalán) sigue adelante. En eso no hay cambios”, dijo Mas. “El 9 de noviembre tenemos una cita con nuestro futuro”.