Unas nuevas directrices fueron presentadas este día en La Valeta (Malta), por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en donde aclara que la Unión Europea (UE) sólo empezará a negociar su nueva relación con el Reino Unido hasta que el proceso de separación haya avanzado lo suficiente.
El documento será discutido el 29 de abril por los gobernantes de los 27 países que permanecen en la Unión Europea, que podrán sugerir modificaciones o adoptarlo tal cual.
“Sólo cuando habremos logrado suficiente progreso sobre la salida es que podremos discutir el marco de nuestra futura relación”, señaló Tusk en una rueda de prensa muy esperada para aclarar la posición que adoptará la mancomunidad de cara a los próximos dos años.
“Empezar conversaciones paralelas sobre todos los temas a la vez, como sugieren algunos en el Reino Unido, es algo que no acontecerá”, insistió Tusk, sin entrar en detalles.
Según el líder europeo, será exclusividad del Consejo, institución que reúne a los gobernantes de los países miembros de la UE, determinar qué considera como “suficiente”.
Las directrices de Tusk sugieren que la UE buscará un acuerdo “constructivo” con Londres, pero se alistará, a la vez, para un eventual fracaso en las pláticas.
“La UE a 27 no busca y no buscará una estrategia punitiva. El “Brexit” ya es lo suficiente punitivo de por sí. Luego de más de 40 años de unión, nos debemos los unos a los otros hacer todo lo posible para que ese divorcio se pase de la manera más calmada posible”, sostuvo Tusk.
“Buscaremos soluciones flexibles y creativas destinadas a evitar una frontera dura entre Irlanda del Norte e Irlanda. Es de crucial importancia apoyar el proceso de paz en Irlanda del Norte“, dijo Tusk, coincidiendo con la posición de la primera ministra británica, Theresa May.
Tusk dijo compartir con May su visión sobre la futura relación entre la UE y su futuro antiguo socio: mantener fuertes lazos que van más allá de las relaciones económicas e incluyan la cooperación en materia de seguridad.