Holanda se tiñó el sábado de anaranjado, el color nacional, para celebrar por primera vez el Día del Rey, 26 de abril, una fiesta nacional en honor del flamante monarca Willem Alexander.
El festival, que se prolongará hasta las primeras horas del domingo, presenta mercados al aire libre y conciertos en todo el país. Con clima apacible, se anticipaba más de un millón de personas solamente en Amsterdam.
El Día del Rey reemplaza al tradicional festival del Día de la Reina. Willem Alexander, que ascendió al trono el año pasado, es el primer monarca masculino de la Casa de Orange de Holanda desde que se tiene memoria.
“¿Por qué cambiar algo que es un éxito?”, dijo el monarca en un discurso en Amstelveen, al sur de Amsterdam, después de proclamar su día como algo “inolvidable”.
En un mensaje grabado que transmitió la red nacional NOS, el primer ministro Mark Rutte dijo que “hay música y buen pasar por doquier: todos los ingredientes para un día espléndido”.
Poco antes el mismo sábado Willem Alexander y su esposa la reina Máxima, nacida en Argentina, visitaron el pueblo panorámico de De Rijp, a 36 kilómetros (22 millas) al norte de Amsterdam, con sus tres hijas Ariane, Alexia y Amalia.
En Amsterdam, los botes transitaban los canales mientras una multitud compraba chucherías ofrecidas en las calles. En los parques los niños se divertían con juegos infantiles.
La policía en el parque Sarphati en el sur de la ciudad ordenó a un aficionado que dejara de volar un avioncito teledirigido, aparentemente por motivos de seguridad o preocupaciones por la privacidad.