En el Día Internacional de los Bosques, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó que la deforestación contribuye con entre 12 y 20 por ciento de las emisiones anuales de gases de invernadero en el mundo.
La secretaria ejecutiva de la Convención de la ONU para el Combate a la Desertificación, Monique Barbut, dijo que las acciones de los gobiernos deben comenzar con la restauración de las más de mil millones de hectáreas de bosques degradados que tienen potencial para recuperarse.
Explicó que los beneficios sociales y económicos de tomar tales medidas son vastos y cuantificables, y destacó el ejemplo de Corea del Sur, que impulsó una vigorosa política de recuperación de sus bosques, que ahora le generan servicios valuados en 60 mil millones de dólares al año.
La ONU llamó por ello a los gobiernos en el mundo a aumentar la inversión en los bosques, debido al valor de estos ecosistemas en reducir la pobreza, elevar la seguridad alimentaria y combatir los efectos del cambio climático en el mundo.
El organismo internacional subrayó que mil 600 millones de personas dependen de los bosques para obtener alimentos, techo e ingresos, y que entre 65 y 80 por ciento de la población mundial depende de medicamentos derivados de estos ecosistemas. Asimismo, la ONU mencionó que los bosques recuperan tres cuartas partes de los recursos de agua fresca en el planeta, pese a que sólo cubren un tercio de toda la tierra en el mundo.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró que los bosques no sólo ofrecen redes esenciales de seguridad económica para un significativo número de los pobres en el mundo, también apuntalan economías a todos los niveles.
Aseguró que la producción de madera cruda, así como su procesamiento y las industrias de la pulpa y el papel cuentan por el 1.0 por ciento del Producto Interno Bruto en el mundo, y que los beneficios no monetarios de los bosques, como agua y energía, son tres veces mayores.