SAN SALVADOR (AP) El arzobispo de San Salvador reveló el domingo un nuevo caso de un sacerdote salvadoreño acusado de abuso sexual de menores y advirtió que no tolerará a clérigos pederastas.
“Hoy quiero hacer público un segundo caso de acusación de abuso sexual de menores contra otro de nuestros sacerdotes. Se trata del sacerdote Juan Francisco Gálvez”, dijo en conferencia de presa el arzobispo capitalino, monseñor José Luis Escobar Alas.
Precisó que el 15 de octubre, Gálvez fue suspendido de todas sus funciones sacerdotales y pastorales. Eso significó separarlo de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en el municipio Rosario de Mora, departamento de San Salvador, a 23 kilómetros al sur de la capital.
Monseñor Alas dijo que contra el excura pesan cinco acusaciones de abuso sexual de menores de edad. Precisó que Gálvez no aceptó la responsabilidad y que luego de concluir el proceso de investigación, el caso se enviará al Vaticano para que sea finalizado y se dicte la sentencia respectiva.
El caso del padre Gálvez pocos días después de conocerse el escándalo de abuso sexual que involucra a Jesús Delgado, quien se desempeñaba como vicario general de la Arquidiócesis de San Salvador.
Según la acusación, Delgado habría abusado de una niña cuando esta tenía nueve años y continúo haciéndolo hasta que cumplió 17. La víctima cuya identidad no ha sido revelada tiene actualmente 42 años y el delito cometido por el sacerdote prescribió, por lo que no podrá ser llevado ante los tribunales de justicia.
Monseñor Delgado aceptó la culpabilidad y de inmediato fue separado de sus funciones. Está recluido en una casa religiosa y dijo estar dispuesto a reunirse con la víctima y pedirle perdón.
Delgado, de 77 años, es uno de los sacerdotes salvadoreños más conocidos a nivel mundial por su cercanía con el asesinado arzobispo Oscar Arnulfo Romero, de quien fue secretario persona en la década de 1970 y también escribió su biografía oficial.
“Me duele profundamente lo que ha pasado y pido perdón a las víctimas de estos casos y a toda la sociedad por esta situación causada por estos sacerdotes nuestros que ya enfrentan la justicia eclesiástica y le reitero mi compromiso por la justicia en favor de las víctimas”, dijo el exarzobispo.
Escobar Alas dijo que en el caso del padre Gálvez se cree que todas las víctimas ya son mayores de edad, pero señaló que hay que ver si los delitos no han prescrito para que este caso pueda ser llevado ante los tribunales.
Según las leyes salvadoreñas, después de 10 años este tipo de delito prescribe y los victimarios no pueden ser llevados ante lo justicia.
El arzobispo expresó su desacuerdo durante la misa en la catedral metropolitana: “Alzo hoy la voz en nombre de la justicia y por el bien de nuestros niños para exigir a la Asamblea Legislativa que suprima la prescripción del delito de abuso sexual de menores de la Ley Procesal Penal de nuestro país”.
“Dicha prescripción es perversa porque favorece la impunidad del criminal y expone a tan grave peligro a nuestros inocentes niños, el crimen de abuso sexual contra un menor no puede prescribir”, agregó.