Según escuchas telefónicas ordenadas como parte de una investigación sobre una red terrorista islámica que operaba en Italia, los presuntos terroristas estaban planeando un ataque con bomba en elVaticano y un atacante suicida paquistaní llegó a Roma para ello, agregó el fiscal Mauro Mura en conferencia de prensa en Cagliari, Cerdeña.
Mura agregó que el suicida partió luego de Italia, aunque no se sabe por qué. Agregó que el espionaje telefónico dio “señales de algunos preparativos para un posible ataque”.
La agencia italiana ANSA reportó que hubo dos atacantes y que fueron alertados por sus contactos en Italia cuando la Policía comenzó a ejecutar órdenes judiciales de búsqueda en el caso.
El Vaticano minimizó la importancia del complot. “Por lo que parece, esto es una hipótesis que data de 2010 y que no ocurrió. Por lo tanto, hoy no tiene relevancia y no hay una razón en particular para preocuparse”, declaró el reverendo Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.
La noticia del complot se conoció mientras la Policía informó el viernes del arresto de nueve presuntos extremistas acusados de planear un ataque en Pakistán con la idea de frenar las acciones del gobierno contra el Talibán. También se giraron órdenes de detención contra otros 20 sospechosos.
En la época del complot contra el Vaticano, el papa Benedicto XVI todavía se estaba recuperando de los efectos en el mundo musulmán por un discurso que dio en 2006 en Regensburg, Alemania, donde citó a un emperador bizantino que opinaba que algunas de las enseñanzas del profeta eran “malas e inhumanas”, particularmente “su mandato de extenderse con la espada de la fe”.
Aunque las relaciones con el mundo musulmán quedaron reparadas al final, las tensiones surgieron otra vez en 2011 cuando el Instituto al-Azhar de El Cairo, una importante escuela teológica del islam suní en Egipto, suspendió el diálogo interreligioso con el Vaticano después de que el papa Benedicto XVI pidió proteger más a la minoría cristiana.
Más recientemente, las autoridades italianas pusieron en claro que toman en serio las amenazas del grupo extremista Estado Islámico para conquistar Roma y el asiento de la cristiandad. Han reforzado la seguridad en el Vaticano y el jefe de los guardias suizos ha dicho que están listos, aunque no tienen información sobre una amenaza inminente.