Fuentes militares de Malasia, presentes en las labores de búsqueda del avión de pasajeros desaparecido, indicaron que creen haber captado la señal de radar en el Estrecho de Malaca, entre la costa occidental de la península malaya y la isla de Sumatra.
El vuelo MH370 de Malaysia Airlines desapareció la madrugada del sábado, casi una hora después de su despegue de Kuala Lumpur, capital de Malasia, en camino al Aeropuerto Internacional en Beijing, con 239 personas a bordo, sin embargo hasta ahora se desconoce su destino.
De acuerdo con las fuentes, la señal se perdió luego de que el avión redujo su altitud al llegar al estrecho del sureste de Asia, donde emitió sus últimas frecuencias, según reporte de la edición electrónica del diario malayo The Star.
La detención del radar confirmaría las hipótesis de que el avión, que transportaba a 227 pasajeros, dos de ellos niños, y 12 tripulantes, fue secuestrado y desviado, ya que había señales de que dio la vuelta de regreso a la capital malaya, sin que el piloto diera aviso.
“(El avión) cambió de curso después de Kota Bharu y adoptó una menor altitud. (Posteriormente) entró al Estrecho de Malaca”, comentó el funcionario militar al tanto de las investigaciones, en declaraciones a medios occidentales, destacó el reporte del diario Malayo.
La compañía aérea informó el fin de semana que el piloto del vuelo MH370 hizo contacto por última vez con los controladores de vuelo cuando sobrevolaba la localidad de Kota Bharu, ubicada en la costa este Malasia.
Los reporte del Ejército malayo sobre la detención del radar en una zona opuesta a la ruta del destino aumenta los rumores de que el avión haya sido secuestrado por un grupo terrorista, aunque la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), descartó dicha posibilidad.
“Cuanta más información tenemos, más nos inclinamos a concluir que no es un incidente terrorista”, afirmó el jefe de la Interpol, Ronald Noble, luego de que Malasia identificó los dos pasajeros que abordaron el avión con pasaportes robados.
La Policía de Malasia aseguró que los pasajeros son dos ciudadanos iraníes, quienes al parecer se dirigía a Alemania a pedir asilo, y que no hay indicio alguno de que sean miembros de alguna organización terrorista. “Estamos cada vez más seguros de que estos individuos no son terroristas”, aseguró Noble, tras asegurar que el caso está relacionado con el tráfico de seres humanos.
Destacó que los dos iraníes volaron de Doha a Kuala Lumpur con sus pasaportes iraníes y que no utilizaron los pasaportes europeos robados hasta que embarcaron en Malasia.